Antònia Font – Lamparetes

Cuando ya nadie creía que iban a seguir juntos, de repente aparecen Antònia Font con el que, quizás, podría ser el mejor disco de su carrera. El resurgir tras un punto y aparte, y un periodo de cinco años de silencio que está claro les ha servido para reflexionar, analizar y canalizar su música con la misma escencia pero bajo un nuevo prisma. Porque “Lamperetes” es un disco maduro, fruto de la experiencia como músicos de los mallorquines tras haber firmado álbumes tan destacables como “Taxi” o “Coser i cantar”.

En “Lamperetes” por supuesto volvemos a encontrar referencias a lo mundano, ya en el primer tema cuando Joan Miquel Oliver canta eso de “Me sobren paraules (agulla, fil de cosir, tisores, estufa), me sobren paraules (vermut, patates, olives), paraules molt curtes (pi)…”, nos adentramos de nuevo en el universo minimalistamente poètico de Antònia Font, con claras referencias a autores como Serrat. Pero poco a poco van introduciendo pinceladas de nuevos rincones explorados como la sinfónica-oscura “Coses Modernes”, corte número dos del disco. El acento guiri en “Islas Baleares” y un xilófono. La melancolía abstracta de “Abraham Lincoln” y el single del álbum, “Clint Eastwood”, de aire asilvestrado.

En el centro, encontramos un tema mucho más en la linea a la que nos tienen acostumbrados, “Icebergs i gèisers”, en la que destaca el acompañamiento al piano. “Calgary 88″, una historia de amor imaginada o soñada en un ambiente gélido con sintetizador incluído. “Pioners” nos narra otro cuento o historia sobre los primeros exploradores en nuevas tierras. Y “Boreal” un evidente canto a la vida apacible y apartada.

En la recta final “Es canons de Navarone” en la que recuperan su ritmo clásico, y donde vuelven a dejar clara la alusión cinematográfica de este disco que mezcla lo onírico con lo artístico. “Carreteres que no van enlloc” de caracter espiritual. “Es far de ses salines”, otra bella historia personal, inventada o no.
Cierran los temas “Sospitosos” de tono alegre y colorista, y “Minutos musicales” que son precisamente eso.

Antònia Font deben de sentirse orgullosos en este momento de haber parido un disco tan completo, tan poco pretencioso y eficaz. Ahora solo queda disfrutarlo. En tu mano está.