Entrevista con Andreu Meixide de BccN

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El BccN Creative Commons no es un festival al uso. Principalmente porque tanto sus organizadores, gente joven aunque sobradamente preparada, como la estructura del mismo es muy versátil. El primer festival bajo licencia CC y bajo la premisa “copia este festival” ya se ha consolidado como la plataforma de referencia mundial del cine en Creative Commons (CC) y Andreu Meixide, Director de Programación, nos explica el por qué.

1. ¿Qué es el BccN Barcelona Creative Commons Festival?
Una plataforma para obras de cine que se han hecho bajo la licencia Creative Commons y también es una intención de divulgación desarrollada a lo largo de todo el año con el fin de poder difundir la propia licencia y las películas que salen con la misma.
En resumen: es un festival de cine jajajaja

2. ¿A quien se le ocurrió la idea? ¿cómo surgió?
El año pasado fue la primera edición, que fue una muestra, y la idea fue de Luis Román, Director del festival, y de Martín, un amigo nuestro que ahora vive en EE.UU. La verdad es que no fue algo repentino, sino que se fue gestando poco a poco hasta que maduró y hoy en día ya podemos decir que es el festival de referencia del cine en Creative Commons. De hecho, ya hay países que quieren replicarlo y por ello este año, como novedad, hemos querido convertirnos en “el primer festival que se puede copiar” (esto significa que se puede descargar, copiar, remezclar, distribuir y proyectar de manera gratuita en cualquier lugar del mundo). Este festival no tiene ánimo de lucro sino que busca la máxima difusión posible, tanto de las obras, de los artistas como del evento en sí.

3. Después del éxito que conseguisteis el año pasado, ¿qué retos os habéis marcado para esta segunda edición?
El principal reto ha sido que el festival sea “copiable”. El segundo, y no menos importante, ha sido pasar de muestra a festival. Y este año lo hemos conseguido proyectando 20 películas y ampliando el número de días. Y el tercer caballo de batalla ha sido conseguir que los jóvenes creadores estén representados. Y esto hemos querido potenciarlo a través de la sección “Made in Barcelona”, a través de la cual se mostrarán una serie de cortrometrajes seleccionados previamente y será el público quien decidirá quien es el ganador.

4. ¿Qué opinas de la Ley Sinde?
Todo el mundo tiene una opinión clarísima de la Ley Sinde. Es un disparate que no tiene ningún tipo de sentido. Nosotros lo que queremos explicar es que el CC es una opción legal, de descarga legal, ya que los autores autorizan la descarga, y se trata de una herramienta nueva mucho más flexible y que permite que los autores tengan más dominio sobre su obra y puedan tener mayores réditos sin intermediarios.
Lo que está claro es que el futuro están a golpe de click y hay que replantear la actual estructura.

5. ¿Crees que el público en general conoce las ventajas que ofrece el modelo Creative Commons?
Probablemente no. El Creative Commons empezó hace 10 años, a diferencia del Copyright que tiene unos 100 años de antigüedad.
Pero bueno, en definitiva, lo que la gente tiene que saber es que el Creative Commons es una alternativa al Copyright, igual de legal que el CR, pero que se diferencia porque en este caso “algunos derechos están reservados” y porque además quien marca que se puede hacer o no con la obra es el propio autor, al margen de cualquier entidad de gestión o intermediarios. Y eso no significa que tenga que ser necesariamente gratis. Todo dependerá de los objetivos del autor. Hay directores que se dedican únicamente a hacer películas en CC y así se ganan la vida y otros, por ejemplo, como Vincent Moon (director de videoclips de R.E.M, Arcade Fire, etc..), optan por crear parte de su obra bajo licencia CC. En este caso, el artista ofrece su obra a través de su página web, y mediante donaciones la gente recibe la película en su casa junto con el permiso de poder hacer proyecciones de la misma, siempre y cuando no cobren entrada. De esta manera, lo que consiguen es llegar a millones de personas, que a través de un circuito de cine convencional no sería posible. Y es ahí donde radica parte del éxito de esta fórmula alternativa. De todos modos, lo que queremos dejar bien claro es que siempre es el autor quien tiene la última palabra y quien se las ingenia para encontrar el sistema que mejor se adapte a sus intereses (ej: merchandising, crowdfunfing…).

6. ¿Os sentís con la responsabilidad de tener que “evangelizar” a la sociedad y a las instituciones para que este tipo de iniciativas se instauren definitivamente como alternativas al actual status quo que vive este país?
Nosotros no queremos imponer nada a nadie, sino simplemente mostrar una alternativa al modelo actual impuesto. Internet es el presente y no es nuestro enemigo, sino un aliado para conseguir difundir nuestro arte por todo el mundo, y además conseguir que sea rentable. Las cosas que se ven tienen más probabilidades de ser rentables, tanto en términos de audiencia como económicamente. Es decir, “más ojos, más opciones”.

7. ¿Habéis recibido alguna subvención estatal o de La Generalitat para organizar este festival?
No. Tenemos patrocinadores, pero no estamos cerrados a estas fuentes de financiación, siempre y cuando no condicionen el contenido del festival. En la actualidad estamos en varias plataformas como Verkami, a través de la cual hemos recibido donaciones para poder financiar parte del festival.

8. ¿Qué podéis avanzarnos de las películas que se van a mostrar durante esta semana?
Las imágenes inéditas de los proyectos catalanes más importantes en CC, los 3 cortometrajes de la sesión inaugural junto con la película “An Island” de Vincent Moon, “Beyond the Game” de Jos de Putter, que va sobre la historia real de dos jugadores profesionales del videojuego Warcraft y que él presenta como los nuevos Kasparov de la era digital. Y también “Die Beauty” de Stina Bergman, que cerrará el festival.

9. Sueños y secretos…
Que las Administraciones, que tienen hoy en día un peso muy importante en la sociedad, fuesen como mínimo al mismo nivel de velocidad que la sociedad civil, la gente, los usuarios. Las necesidades cambian y no pueden hacer oídos sordos a las nuevas demandas.

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