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Entrevista: Joan Colomo

Entrevista a Joan Colomo

Con motivo de la aparición de Producto Interior Bruto Vol. 1, segundo álbum en solitario de Joan Colomo, me reúno con el artista en los aledaños del Mercat de Sant Antoni. Puntual a la cita, le encuentro con sus características gafas de sol de cristales redondos y el flequillo que siempre le acompaña. En seguida nos adentramos en el Raval. De camino me comenta que el disco ha salido con algo de retraso y que lleva todo el día de entrevistas. Llegamos a la calle de la Cera. Allí me descubre un diminuto local que antiguamente fue una pescadería. Se llama Pesca Salada y Colomo, señalando el techo, me invita a fijarme en su peculiar decoración. Las lámparas son enormes latas de sardinas y el lavabo se encuentra en lo que era la nevera del local. Luego me recomienda que pida una cerveza de trigo cojonuda. Yo me dejo aconsejar y enchufo la grabadora.

El Colomo es un tío peculiar. Tiene el trato cercano de la gente que no se ha criado en una gran ciudad y la conversación amable de quien ya se las sabe todas. De vez en cuando añade una nota guasona a la charla que sugiere mucho de su forma de ser, algo que ya intuía solo con seguir su carrera. Sin embargo, al responder a mis preguntas se entretiene en buscar las palabras exactas para tratar de ser preciso. De Sant Celoni, empezamos a oír hablar de él cuando Zeidun fichó por Bcore. Con un estilo cercano a The Get Up Kids, encandilaron a muchos por sus efectivas melodías y su actitud despreocupada. Tras años aparentemente parados, hoy se mantienen con vida mediante contadas apariciones en directo. Posteriormente se movió por varios proyectos de diversa naturaleza: los metálicos Moksha, los aclamados y ya desaparecidos The Unfinished Sympathy y La Célula Durmiente, quizás su otro proyecto más personal. Esta disparidad de estilos no es casual: “A mí me gusta toda la música menos U2, siempre lo he dicho. Me flipa la Rihanna, la Beyoncé y toda la música comercial. Vengo del hardcore y del punk, pero también te vas haciendo grande y vas abriendo tus horizontes. Y a mi cada vez la caña…” Quizás por esto emprendió una carrera paralela como cantautor, iniciada con Contra todo pronóstico (Bcore, 2009), que se ha movido entre el punk, el pop y el folk: “los tres estilos de donde cojo más cosas”. Una evolución semejante a la de otros miembros relacionados con Bcore. Ramón Rodríguez de Madee se convirtió en The New Raemon, The Unfinished Sympathy se deshizo y hoy queda Eric Fuentes y Standstill es cada vez más Enric Montefusco. ¿Qué es lo que hace esto tan habitual? ¿Quizás sea cosa de la edad? “Llevar un grupo es una movida en la que si todos los componentes no están implicados de la misma manera siempre puede generar un conflicto. Hacer algo solo te quita muchos dolores de cabeza y muchas historias. En el momento de crear y grabar estás tú con tu criterio. Siempre pides ayuda a quien te graba o al colega que te ayuda con un violín, pero no tienes que estar haciendo democracia continuamente. Aunque tocar en un grupo también mola, sobretodo cuando eres adolescente. Así que quizás sí tiene que ver con la edad”. No contento con esto, se atreve a sacar dos álbumes el mismo año, pues el segundo volumen de su producto interior bruto aparecerá el próximo otoño.

Sea como sea y después de su exitoso debut, lo que tengo claro es que con su nuevo disco su carrera ha dado un paso adelante hacia un sonido más definido: “Estoy muy contento de cómo suena y de los arreglos que han hecho los compañeros. En el anterior álbum empecé a intentar vestir las canciones yo solo y en éste, con los músicos, ya teníamos el trabajo un poco hecho. Ha quedado más compacto y más de banda, pero no era algo buscado”. Me explica que en este trabajo todas las canciones tienen batería y que eso ha ayudado a esta conjunción. Todo mucho más homogéneo y también más reivindicativo. Siempre con esa fina ironía que ataca con inocencia, pero que es despiadada. “La verdad es que desde adolescentes ya estábamos bastante politizados, siempre ha sido un tema bastante recurrente. Esto es porque hemos escuchado punk y aunque es verdad que es muy fácil hacer critica social cuando uno vive en el primer mundo, me sale de manera espontánea hablar de estas cosas”. Yo creo que sí, que puede ser fácil, pero que no todo el mundo está dispuesto a hacerlo y que es necesario un poco de sentido crítico entre tanta candidez musical. El día anterior a esta entrevista, Barcelona y muchas otras ciudades españolas se llenaban de gente que expresaba su indignación recorriendo la ciudad. Igual es ése el acné del que habla en uno de sus mejores temas: “Fe en el acné”. “A parte de que siempre he tenido el problema endémico del acné, quería hacer una metáfora de esto. De un sentimiento que aflora como en estos días está pasando. Una metáfora del espíritu revolucionario que está latente y que en un momento dado explota”.

La cerveza, en efecto, es cojonuda. Espesa y suave, entra perfecta en esta calurosa tarde de junio. Cambiamos de tema. Le quiero preguntar por la composición de las letras. Le he oído decir en varias ocasiones que en Contra todo pronóstico muchas de ellas las compuso a última hora y me pregunto si para esta ocasión hizo los deberes a tiempo. Él se ríe y luego explica: “Siempre me pasa lo mismo. Me creo que lo llevo bien, pero la semana de grabar las voces las hago la noche antes de grabar. Con la música no tengo problemas para que me salgan temas y más temas. Pero escribir es difícil y yo no tengo ni idea, así que siempre lo hago en el último momento. Y esta vez también”. Lo dice humildemente. Como si se culpase a sí mismo por algo que tiene que cambiar. Pero quizás el secreto de muchas de sus letras esté en la inmediatez de la prisa. Pienso en “Sever led”, en “Els destil·lats i la constitució” o en “Un comino”, de su anterior trabajo. “Igual hay cosas que sí quedan graciosas y otras no. También pueden hacer interpretaciones más elaboradas a lo que tú estás pensando cuando escribes la letra”. Seguro que sí. Pero canciones como “L’ocell” o “A contrapèl” están cargadas de contenido. Para Producto Interior Burto Vol. 1, sin embargo, ha pasado a expresarse solo en catalán y castellano, abandonando el inglés por completo. Evolución que también hemos encontrado en La Célula Durmiente. “La verdad es que hasta que no me puse a cantar en catalán o en castellano, no me había dado cuenta de lo ridículo que es intentar cantar en inglés sin saber inglés. Quizás es porque no teníamos referencias interesantes en estos idiomas. Al principio cuesta pero la verdad es que una vez lo consigues dices: nunca más”. Así que por ahora Colomo se muestra bilingüe aunque esto puede cambiar en el futuro. Me comenta que está pensando en hacer un disco solo en catalán o castellano para tratar de homogeneizar todavía más su música.

Llegamos al final de mi lista de preguntas con los vasos medio llenos. Me he fijado que cuando habla del pasado se expresa en plural. Al fin y al cabo su música en solitario es heredera directa de todo aquello que hizo con sus compañeros de adolescencia musical. Necesito preguntarle por Zeidun. “Es el grupo de toda la vida, de los amigos… Y da la casualidad que somos unos amigos muy dispersos, muy liados y locos. Empezamos una grabación hace tres años, el primer verano grabamos la batería, el siguiente el bajo y ahí se quedó… No hemos conseguido quedar para seguir la grabación. Pero por otro lado nos queremos mucho y nos encanta tocar juntos. Deseamos que algún día podamos tener las circunstancias para hacer cosas nuevas”. Me quedo más tranquilo, hay esperanza. Pero aún quiero saber más: ¿Y Moksha? “Yo dejé Moksha cuando entré en The Unfinished Sympathy, hará más o menos cuatro años. Habíamos grabado el último disco y desde entonces no han grabado nada hasta este septiembre, que saldrá el nuevo disco en Bcore. Es la ostia, es en catalán y es más cafre que nunca”.

Apago el micro. Espero que se haya grabado bien. Aún tenemos tiempo de charlar un rato mientras apuramos las cervezas. Me recomienda los gin tonic del Pesca Salada y yo me apunto que volveré un día para probarlos. Hablamos de la ciudad y de como van las cosas últimamente en la escena. Me comenta algunos conciertos que tiene previstos para dentro de poco. Le acaban de confirmar uno para el 11 de agosto en Can Rin, un popular restaurante de Cabrils que regala acústicos en verano. Luego salimos a la calle. En la puerta él regresa a sus gafas negras, enciende un cigarro y nos despedimos hasta la próxima. Igual nos vemos en Can Rin. Le veo alejarse hacia las entrañas del barrio chino encantado de haberle conocido. Camina con un andar gracioso y musical. Me digo que alguien a quien le define su manera de andar tiene que ser sincero por narices.

Joan Colomo – Producto Interior Bruto Vol. 1 (Bcore, 2011)

Si Contra todo pronóstico fue una ecléctica declaración de intenciones, Producto Interior Bruto Vol. 1 es la confirmación del talento de Joan Colomo. Una nueva muestra en la que los temas se engloban de mejor manera y en el que la lírica abandona el valor más espiritual de sus primeras composiciones para orientarse decididamente hacia la protesta directa.

Ante todo se trata de un disco fresco y divertido, que contiene todavía mucho del carácter festivo de su autor mediante cortes que bien podríamos colocar en la mejor verbena. En general, todo suena más compacto: acompañado de trabajados arreglos y de instrumentos que adornan el tejido con matices excelentes. La guitarra de Colomo, sin embargo, sigue siendo la protagonista junto a su voz. Una voz de la que no descubro nada si digo que parece angelical, pero que abarca más registros de los que aparenta, y que es el vehículo idóneo para expresar las cosas como quien no quiere la cosa.

Está claro que “Fe en el acné”, “Màgic” o “Hort mort” -ésta con colaboración de su amigo Joan Pons de El Petit de Cal Eril- destacarán en el futuro reciente de muchas listas de preferencias. Pero temas como “Sever led”, “A contrapèl” o “Las distancias cortas” enganchan tanto o más que aquéllas, a pesar de que puedan parecer eclipsadas en un primer momento. Podríamos hablar de melodías redondas y de letras irónicas, de un disco que simboliza la comunión perfecta entre la espontaneidad, el talento y el desparpajo. Una evolución en la que Joan Colomo parece haberse focalizado para acercar lo hecho hasta ahora hacia un lugar común.

Para mí puede tratarse de uno de los discos del año para Bcore y, por qué no, del panorama nacional. Queda por ver lo que está por ofrecernos este buen hombre con su segundo volumen. Desde luego la interioridad de Joan Colomo nos tiene encantados.

Redacción: Sergi Hernández

Archivo Música

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2 Comentarios por “Entrevista: Joan Colomo”

  1. El Colomo es un crack y “Fe en el acné” la crema!

  2. [...] tú mismo”. Este segundo volumen de su producto interior bruto hay que entenderlo como lo que es: una continuidad del anterior. Reúne todo lo que no cupo en el primero y continua el estilo ecléctico pero cada vez más [...]

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