Star Trek: En la oscuridad – J.J Abrams

Tweet

A favor

J.J Abrams vuelve a la carga con un film que sume a un futurista mundo en una profunda crisis que tambalea los cimientos de la civilización.

Nuestros amigos de la Enterprise, se verán de nuevo inmersos en una aventura, en busca de un misterioso y amenazador villano que quiere destruir la flota estelar a toda costa. Sus imaginativos y enigmáticos propósitos traerán de cabeza a toda la tripulación.

El guión es simple y definido, bastante predecible, pero funciona perfectamente y el ritmo de la película nos mantiene atentos a la pantalla en los cambios continuos de trepidantes persecuciones y batallas espectaculares, con guiños cómicos puntuales, en un despliegue de arrolladoras escenas que nos dejan disfrutar del film en toda su extensión y consiguen la inmersión del espectador en una excelente y genuina aventura de ciencia ficción.

Chris Pine como el Capitán Kirk, en su papel de héroe inadaptado está correcto, aunque a mi parecer demasiado joven e impulsivo para ser un capitán de una nave que requiere una experiencia y aplomo que pocos han sabido llevar a la pantalla.

Zachary Quinto como Spock, logra conectar con el espectador en una actuación excelente durante toda la película. La capacidad que tiene el actor de pasar de momentos de incomprensión a la complicidad o de la frialdad a la rabia, son magistrales. Un digno sucesor de Spock.

Benedict Cumberbatch como John Harrison, el villano de la película, es todo un acierto. En sus cortas apariciones llena la pantalla. Una magistral interpretación donde demuestra todo su talento como actor y nos convence.

Simon Pegg en su característico papel cómico da vida a un formidable Scotty que os sacará más de una sonrisa.

El momento erótico, lo marca la hija del Almirante, una rubia despampanante que nos sobresalta en una, por desgracia ,corta escena donde sale con ropa interior, atentos. Poca cosa más se puede decir de su pobre actuación en la película.

El apartado técnico, impecable, aunque era de esperar tras la inversión de 185 millones en la película.
Una ambientación perfecta como la ciudad de un Londres futurista, que maravilla por su recreación magnífica.

Los efectos especiales brillan por su realización y espectacular ejecución, en muchas de las escenas que llenan todo el film de secuencias emocionantes y vibrantes que no te dejarán indiferente.

Todo ello aderezado por la banda sonora de Michael Giacchino que nos introduce de lleno en escena.
Un excelente trabajo en su conjunto.

En contra

“Star Trek: En la oscuridad” es un film de título engañoso. Al leerlo uno cree que verá en la pantalla una historia con grandes dosis de emoción o dramatismo y eso no acaba sucediendo en lo nuevo de J.J Abrams. Parece que al genio ya no le brilla tanto la lámpara y que a falta de nuevas ideas e intentando homenajear en todo momento a la serie original, como si de un simple fan se tratara, seduzca a partir de efectos especiales impresionantes y magnánimos para dejar a los seguidores con la boca abierta.

Porque sí, porque hay escenas como el salto de la tripulación entre naves o el final cuando se enfrentan al villano que están muy bien realizadas y con unos efectos especiales espectaculares, pero de ahí a que la historia pueda trascender una vez te has alejado de la sala, poco.

Así como la anterior “Star Trek” (2009) profundizaba mucho más en la entidad de los personajes, sus confrontaciones y personalidades y daba la sensación de ser una historia lograda y un nuevo punto de inflexión en la factoría, esta segunda parte se ha quedado en lo que algunos se han atrevido incluso a catalogar como un videoclip de una estrella del pop, debido a su excesiva carga de destello visual.

Se entiende que haya quien la defienda por ser un gran espectáculo, pero hubiera sido de bofetada que después del gasto de la cantidad de dólares que han invertido en la película no hubiera sido de tal manera.
“Star Trek: En la oscuridad” es el regozijo del mainstream, una peli blockbuster hecha por un fan para los fans de la saga. Una película palomitera sin muchas más pretensiones que deslumbrar a través de grandes efectos y nuevas tecnologías.

Aún así la salvaría por las interpretaciones de gran parte del elenco, sobretodo por las actuaciones de Zachary Quinto como Spock y Benedict Cumberbatch, como el villano de la película. Y por el atrevido y apabullante despliegue audiovisual que acaba ofreciendo, si no vas al cine esperando mucho más.

Redacción: Paco / Markus