La Mar de Músicas 2014: A brindar por el aguante!

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Se cierran los telones y la edición número XX de La Mar de Músicas termina pensando ya en el 2015. Se va con los deberes hechos, un impacto mediático superior al de ediciones anteriores y seguro que con la satisfacción de los más de 40.000 espectadores que han vuelto o conocido por primera vez el festival. Una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta el tipo de oferta que ofrecen. En general grupos poco conocidos por el gran público y con una diversidad brutal entre ellos, músicas desde el techno a la música clásica y que van desde el caribe más tropical, a las estepas africanas, pasando por Europa y subiendo de nuevo al frío noruego, país invitado en esta edición y que trajo a artistas como Lindstrom o Olafur Arnalds, bandas cargadas de personalidad y a las que no es fácil ver en escenarios de nuestro país (ya no hablamos de festivales).

También con unos “sold out” de esos que enorgullecen a la organización y a los grupos, como sucedió en los conciertos de Calle 13, Amara Portuondo o Amaral, y teniendo por seguro que habrían agotado entradas si los recintos en los que actuaron hubieran sido más grandes, ya que por ejemplo y en el caso de Calle 13, el auditorio del Parque Torres se vio claramente desbordado de público, sobre todo en la salida del concierto.

Y es que aunque el público es fundamental para que La Mar de Músicas haya cumplido los 20 años, las bandas también lo son, y en esta ocasión los grupos estuvieron a la altura de lo que se esperaba de ellos. Un Yossou N’Dour transformado en su propuesta, con un único concierto en España y con un auditorio no tan lleno como nos habría gustado ver para un artista de esta importancia. Unos Calle 13 brutales y absolutos. Desde nuestro punto de vista la mejor actuación de todo el festival, combinando el carácter festivo de sus canciones con el combativo de sus letras. Olafur Arnalds, el noruego que se pasó del metal extremo a la música clásica de un pianazo. Propuesta extremadamente sobria, como ya suponíamos, pero que en más de una ocasión emocionó al que escribe (sí…soy muy fan, ¿y qué?). Ray Davis, cantante de The Kinks con un auditorio semi-vacío en un concierto que resultó un poco aburrido y monótono, y que en parte decepcionó tratándose de una de las leyendas vivas de la música de los 60. Russian Red como siempre, impecable y enamorando al personal. Omara Portuondo, que lo suyo no fue un concierto, fue un festival dentro del festival, con artistas invitados y la entrega del premio Mar de Músicas a la cubana. Rozalén, una de esas artístas que íbamos a ver con ganas y que nos dejó con la boca abierta en tantas ocasiones como canciones interpretó…

El viernes, a pesar de todos los artistas que pasaban por los distintos escenarios quisimos conocer a La Maravillosa Orquesta del Alcohol, concierto gratuito en la Plaza del Ayuntamiento del grupo de la voz rota… Destilaron sus canciones a buen ritmo y a pesar de que ellos admiten sus influencias de grupos de folk irlandés, están girando peligrosamente al “rollito” Mumford and Sons que no sé si les hará más mal que bien, por que tienen calidad para poder hacer algo mucho más personal de lo que actualmente están haciendo. Aún así, “Hijos de Johnny Cash” o “Vasos vacíos” fue coreado y disfrutado por todos los que asistieron al concierto, que no fueron pocos.

Por último, el sábado pasamos de largo a Amaral y nos lanzamos a un plan más de precisamente eso, de sábado, con los conciertos de Adanowsky y Lindstrom, cerrando un festival que nos dejó con ganas de más, lo cual es mejor que bueno, ya que el año que viene, si la propuesta es sólo la mitad de buena que este año, nos tendrán los primeros, apoyando y sobre todo, disfrutando del buen hacer de un festival con una mayoría de edad más que aceptable. Una oferta cultural que vuelca por entero a la ciudad de Cartagena, con conciertos gratuitos que han logrado convocar a más de 14.000 personas, o la propuesta de La Mar Chica, ampliando este año su programación con más talleres y conciertos con un aire familiar, pensando en los más pequeños, o la Mar de Cine, la Mar de Letras o el Mar de Arte, buenas propuestas de la que seguro la organización ha tomado nota y que sin duda veremos ampliadas en años siguientes.

Redacción: David Arrieta
Fotos: Archivo La mar de músicas