Beach House

Escrito por Cristina J. Miércoles, Noviembre 25th, 2015

Beach House
Sala Apolo
Barcelona 20.11.2015

Beach House tenía marcadas dos fechas en la agenda barcelonesa, tras su paso en 2013 cuando vinieron a ofrecernos los temas de su recién estrenado “Bloom” (Bella Union, 2012), y justo una semana después de los dramáticos acontecimientos ocurridos en la capital francesa, de dónde es originaria su cantante, Victoria Legrand, una mujer fuerte y a la altura de las circunstancias, que decidió homenajear a su manera, y como mejor sabe, a través de la música, a todos los que nos dejaron esa malograda noche.

La cita arrancaba con la actuación de Dustin Wong y sus pericias a la guitarra, para más tarde dar paso a los de Baltimore, una de las formaciones más sólidas que ha dado el indie internacional en los últimos tiempos. Su dream-pop de tintes atmosféricos e himnos hipnóticos se disfrutaron, y mucho, en uno de los directos más esperados del año. El dúo, formado por la propia Victoria, a los teclados, junto a Alex Scally, a la guitarra, nos presentaba los temas de sus dos discos más recientes: “Thank Your Lucky Stars” (Sub Pop, 2015) y “Depression Cherry” (Sub Pop, 2015), aunque dejaron bastante más lugar a hacer repaso de su discografía con canciones como “Silver Soul”, “10 Mile Stereo” o “On the Sea” (no daba tiempo para todo y el público andaba ansioso por vibrar durante toda la noche), cerrando con piezas tan fundamentales como “Myth”, “Irene” o “Sparks” (segundo tema del comentado “Depression Cherry”).
Pero para empezar sí decidieron hacerlo con una de sus nuevas canciones, “Levitation” que como reza el título nos hizo ascender por encima de la frondosa voz de Victoria y los acordes cristalinos de Álex, mientras se dejaban acompañar por un buen encuadre formado por bajo y batería.

El envolvente y limpio sonido de los americanos se multiplica, si esto es posible, en su puesta en escena, ya sea con piezas tan feroces como “Whishes” como con otras más refulgentes, “Walk in the Park”. Beach House logra que te olvides por un momento de lo que ocurre ahí fuera y que viajes a través de su sonido en un trayecto en el que tienen cabida los coros boscosos, las notas transparentes y una lírica palpitante que descarna lo mejor y lo peor del alma humana.

Sí, puede que aún sigan comparándoles con la new age y una larga retahíla de grupos ochenteros, pero está claro que han llegado para quedarse y que por el camino han ido conquistado a todo aquel que ha acabado rendido a sus pies. El viernes pasado fue una de esas ocasiones.

Redacción: Cristina Jiménez