Live

Dean Manning | Sidecar | Barcelona | 2003-06-29

Lo que pasó tiene que ser contado.

La buena música puede ser contada, la vibración del directo tiene que ser sentida.
Los tres componentes de Dorian en su pequeño espacio de teloneros, demostraron que no están tan lejos de tener un estilo musical propio y seguridad en los escenarios. Ni los nervios del concierto ni la mesa de sonido, no del todo impecable, intimidaron a este trío sobrado de talento en bruto. Unos 30 minutos de concierto con melodías y oscuridades melancólicas. El teclado de Belly no defraudó a los oídos más exigentes. Dorian son un grupo que poco a poco irán creando su propio espacio en la escena independiente nacional y sino que se lo pregunten a la audiencia.

Después de estar en Madrid grabando su directo para "Los Conciertos de Radio 3" y antes de que sea emitido por televisión, Dean Manning ya estaba preparado para darnos una lección de magistral sencillez musical en Barcelona. Cuando un personaje con el carisma de Dean afina su instrumento, se coloca en su puesto, se familiariza con su público, arranca con humildes comentarios respecto su profesionalidad y empieza a tocar, ya no hay arma que proteja al oyente... se disfruta de un modo casi físico.
Con Rachel Holmshaw acompañando en las voces y con el teclado apoyado con sencillez sobre sus rodillas, (si puede ser así porqué hacerlo de otro modo), demostró que incluso una mano le sobra para expresar musicalmente las pequeñas maravillas que tuvimos el placer de disfrutar. En sus acompañamientos, ella es el dulce que acaramela los paisajes construidos por Dean, cuya voz melodiosa con agudos estremecedores van marcando los detalles surgidos de las notas de su guitarra. Ella comenta que sólo toca para él y entre el público se le agradecen tanto sus caricias fónicas como su saber hacer.
Dean en el Sidecar el pasado Domingo 29 de Junio, ante una treintena de personas, repasó canciones de su último trabajo ”Diplomatic”. Aunque en el directo no se pueden escuchar los sonidos de coches grabados desde su habitación que en el disco añade, ni los pequeños dejes de acordeón de “Coming back for my wings” , Dean Manning nos agasajó con el ritmillo pegadizo de “If i was a spy”, más reducida a su esencia musical que nunca al no estar instrumentada, nos regaló una divertida historieta con “5000 camels”, bordó “ My street is steep” gracias a ese acompañamiento de voz por parte de Rachel y nos enamoró con su ”Pink Pony” entre otras de sus composiciones...

Aunque pensándolo bien, sobre lo que ocurrió después, quizá no todo debe de ser contado.