Live

Sidonie | Apolo | Barcelona | 2004-02-22

Sidonie son una de aquellas formaciones que te pueden gustar o no, pero que jamás te dejaran indiferente. Su ascensión durante los últimos dos años ha sido meteórica, pasando de ser totalmente desconocidos a convertirse en objeto de culto de agencias publicitarias y revistas de moda. Todo un lujo o toda una cruz, según se mire, siendo esta una de aquellas situaciones en las que te preguntas si es realmente un grupo el que rige su destino o por el contrario es el público y la prensa los que tanto pueden adorarlos como echarlos, de un día para el otro, por los suelos. Pero bien, ese es otro tema que no viene al caso, así que vamos a centrarnos en lo que realmente interesa, su música y por supuesto su directo, uno de los más surrealistas de todo el estado. Porque eso está claro, Marc, Jesús y Axel siguen ofreciendo una imagen fresca y divertida sobre el escenario, aunque ahora pueden permitirse el lujo de verse acompañados por una banda de trompetistas al lado izquierdo de este, que realza sus composiciones en vivo.

Así pues Sidonie despachó la noche del sábado veintiuno, en un concierto de casi dos horas de duración, algunos de los temas de "Shell Kids", aunque los momentos más gloriosos se los llevaron "Feeling down" o "Sidonie goes to Varanasi", con parte de la sala sentada en el suelo como si se hallarán ante un templo hindú, mientras Jesús aplastaba con los dedos las cuerdas de su inseparable sitar. Temas que formaban parte de su disco de debut firmado bajo el mismo nombre que el tridente catalán. Mostrándonos esta vez, su cara más profesional, sin necesidad de recurrir a otros efectos que son marca de la casa, pero que en exceso se pueden volver cansinos. Con momentos entremezclados de sonoridades acústicas y guitarrazos eléctricos, mientras invitaban a Roberto Castellanos, bajista de Carrots y técnico de sonido de la banda, a subir al escenario a tocar con ellos.

Hubo de todo, bromas, risas, gente disfrazada coincidiendo con el carnaval en nuestra ciudad, y un salto de casi dos metros que se pegó el señorito Axel desde el bombo de su batería. Aunque como ya tiene costumbre, parece haberle cogido el gusto. Mientras tanto, desfilaban por el escenario platos y platillos, percusiones, bombos, bajos, sitares, cuerdas gruesas, finas, de acústicas, de eléctricas. Una explosión de colorido y pura energía.

Esperemos pues que las cosas les vayan funcionando como hasta el momento y que podamos disfrutar de otro más de sus estruendosos directos en breve periodo de tiempo, en los que además cuentan con la participación de su actual productor, Santos Berrocal, que también acaba uniéndose al cotarro en esta especie de "performances" tan personales, todo un acto interactivo.

"I know it’s only rock and roll but I like it".