technopop

Pleasure | "Pleasure" | Circus Records | Pias | 2003

Pleasure es Fred Ball. Fred Ball es un noruego veinteañero que se fue a vivir a Londres para cumplir su sueño, y parece que no iba tan mal encaminado. Parece la historia del típico chico al que se le da bien tocar cualquier instrumento que llegue a sus manos y que, para colmo, como productor se las arregla de sobras.
El único punto débil del chico es que no sabe cantar (o eso dice) y para solventar este pequeño problema ha contado, por ejemplo, con las colaboraciones de Justine Frischmann, de Elastica o Cerys Matthews de Catatonia, casi nada.

Después de leer el párrafo introductorio no es de extrañar el que alguien piense que es un disco homogéneo con un estilo definido, el estilo de Fred. La grata sorpresa es que es todo lo contrario. De los diez cortes de su debut, no hay dos que, de no saberlo, se puedan relacionar con el mismo grupo.
El chico suena a actual en todas sus vertientes, aunque con reminiscencias pop de las últimas décadas. Lo haga conscientemente o no, el resultado parece una recopilación de artistas del mundillo underground.
“Don’t look the other way”, primer single y tema que abre, es un gran candidato a convertirse en himno technopunk discotequero, muy cercano al sonido de las inglesas Client. Hasta aquí no hay nada raro. Un nuevo disco de electroclash es mi primer pensamiento. El hecho que el siguiente corte, “From the country to the city”, sea una delicada pieza pop que suena clavadísima a Tahiti 80, ya me hace pensar que este chaval es un genio y que iba muy equivocada.
“All I want”, la tercera, es Kylie total. Ya no sé si estoy escuchando el disco de Pleasure o me ha saltado la radio. No desvelo más sorpresas, pero me gustaría saber quién más encuentra reminiscencias de Prince, los últimos Blur o los Daft Punk más housers en las diferentes pistas de este disco. A mi me suenan todos.
Desde luego, escuchar a Pleasure es una caja de sorpresas y un gran placer.

“Pleasure”