Americana

Dayna Kurtz | "Beautiful Yesterday" | Munich | | 2004

Cualquier persona que quedase enamorado y se rindiese a sus pies al escuchar su anterior disco se habrá sentido sorprendido (igual que me ha pasado a mi) al tener en sus manos “Beautiful Yesterday”, nuevo álbum de Dayna Kurtz. ¿Cómo es posible que una de las mejores y más intensas compositoras de Estados Unidos haya decidido hacer un disco casi por completo de versiones, desaprovechando de esta manera su gran talento?.

Pero una vez comienza a girar el cd en el reproductor y comienzan a sonar las canciones te das cuenta que, al igual que en el último disco de Natalie Merchant, era necesario para la artista compartir con todo el mundo su visión de algunas de sus canciones favoritas de la cultura popular.
Solo una creadora prodigiosa y una voz capaz de tocar el alma de manera tan profunda; una voz tan rica en matices y con la capacidad de pasar del tono más desgarrador al susurro más íntimo puede salir airosa al enfrentarse a una canción como “Left Alone” de Billy Holliday. Cada vez más cómoda en los Standards de jazz vuelve a ellos en “I Got It Bad (And That Ain’t Good)” de Duke Ellington acompañada por Norah Jones al piano y voz; consigue llevar completamente a su terreno “Joy In Repetition” de Prince; se atreve con Leonard Cohen en “Everybody Knows” adquiriendo un toque Gospel y de canto religioso. Como ya demostró en su anterior álbum demuestra su amor por la música popular Europea en la maravillosa interpretación de “Those Were The Days”, canción de raíces ucranianas que popularizó Mary Hopkin en los años sesenta y en “Parlez-Moi D’amour” canción del periodo de entre guerras que hizo famosa Luciene Boyer.
Pero es en sus composiciones como “Music Box”, el Ragtime de “Love Where Did You Go” y en la crepuscular “Beautiful Yesterday” donde Dayna vuelve a conmovernos profundamente.

Un disco que quizás al principio no consigue pinzarte el corazón como hizo el anterior, pero que poco a poco sus dramáticas y dolientes canciones se instalan en tu mente y lo convierten en una caja de música que, de nuevo, vuelve a detener el tiempo.

“Beautiful Yesterday”