Folk

Vetiver | "Vetiver" | DiCristina | Import | 2004

Atención a este aserto a lo bruto: Devendra Banhart es lo mejor que le ha pasado a la música indie norteamericana en los últimos cinco años. Y ojo a las ramificaciones más inmediatas de este axioma: en cosa de unos meses, todo quisque va a hablar de John Fahey y de Bert Jansch con la misma naturalidad con la que se hace referencia al malogrado Nick Drake. Hechos este par de vaticinios peregrinos, algo así como un cuadro de situación sobre el actual boom del género folk –no exento de cierta ironía, queridos navegantes–, hablar de Vetiver resulta más sencillo, en tanto que puestos en esta tesitura serán suficientes un par de comparaciones y otros tantos epítetos para contar de qué trata el ensemble folklórico de Andy Cabic y amigos.

Cercanas al mejunje del ciudadano Banhart, presente aquí en funciones de soporte, las canciones de este debut homónimo recogen lo mejor del finger picking y los guiños justos al blues más silvestre para elevarse a una potencia distinta a la de todo ese escamote de bandas que etiquetamos tan a la ligera como folk. Por decirlo de otro modo, este no es un disco de cadencia lenta y lírica arrastrada, no es como el recital de porche de alguien harto de todo, sino que entiende la tradición como un escenario más polivalente, y alegra y entristece con igual facilidad y técnica parecida a través de partituras sencillas y limpias, sin apenas recodos. La producción, sobria y cristalina, centra la atención del oyente en las voces, las filigranas de guitarra y las florituras de cuerda por igual, rodeando de una cálida intimidad a sus once cortes. De entre ellos es imposible no destacar el prodigio de "Amour Fou", un hit del leftfield folk a la altura del Fall del propio Devendra, y un tema del que además pudimos disfrutar en el reciente recital de este songsmith irrepetible en el reciente Primavera Sound (al que, por cierto, vino acompañado de Cabic).

Junto a "Rejoicing in the Hands" y al "Dieu Deuil" de Tanakh, el primer disco de Vetiver conforma una tripleta de trabajos que pondrán sobre la pista del verdadero folk a muchos habitantes del planeta indie. Únicamente por instigar esta labor espeleológica tan necesaria, este debut merece una rutilante matrícula.

“Vetiver”