Live

Vir?s | Nasti | Madrid | 2004-10-02

Virüs son el combo ganador del Proyecto Demo que, FIB mediante, da la posibilidad de sacar la cabeza a nuevas formaciones que luchan por cavar su propio agujero. Lanzadera de primer orden internacional esta, que ha colocado a este proyecto de tintes cercanos al trash, más en lo intencional que luego en la práctica, en una posición inmejorable para ir conociendo mundo y enseñarle su potencial.

La voz cantante en todos los sentidos la llevan vocalista y guitarrista, poseedoras de un background más que destacable y cuyas tablas indudables adolecen de la sobreexposición de sus propios duendes. Zalameras y pizpiretas, se tienen la lección propia bien aprendida y no dudan en bajarse, aunque esto casi es un eufemismo, de la tarima-escenario para pasearse entre el público, al que buscan encantar como si fuesen serpientes. Y la similitud la hay, por la tensión y los ojos fijos. En el arte de saber hacer lo que se sabe hacer estas chicas son puras sacerdotisas de la efectividad, siguiendo los dictados hoy avejentados y tal vez fuera de lugar en sí misma de Silvia Superstar.

El trabajo musical desarrollado en la Sala Nasti se puede descomponer en unos ingredientes básicos de guitarras potentes, voces ahogadas en tal muro sonido que se completa con una batería furiosa (castigada por Alain, esta vez y por sustitución transaccional, ya que posee su propio y prometedor proyecto Panic in the Attic) y programaciones de tono prodigioso, quizás excesivas para las circunstancias del momento de sala pequeña y público semi escaso, pero se queda en pecadillo venial por las dificultades por todos conocidas para llevar distintos conciertos según las circunstancias. Bueno, salvo Lou Reed, pero a él las circunstancias que le hacen modificar un concierto y su tracklist son de simple caché. La versión, de Joy Division ("Transmision"), su verdadero punto de inicio en su explosión hacia la coherencia y la audibilidad vocal.

Sin más teloneros que el buen pincha residente, por falta de proyector digital, pese a ser solicitado con ayuda rojiblanca, la actuación quedó vista para sentencia en media hora escasamente larga. Ahora toca conquistar Alemania y a los alemanes. Ellas saben como hacerlo.