Bossa
Pink Martini | "Hang On Little Tomato" | Naïve | | 2004
Pink Martini son esa banda que toca en el salón Lavanda del hotel en todas las películas ambientadas entre los años treinta o cincuenta, habidas y por haber. Esa banda elegante y agradable, que sirve de fondo de la acción, con ritmos a lo Xavier Cugat o a lo Cotton Club según toque, pero que nunca es la protagonista. Y en ese lugar, en el fondo, son perfectos. El problema llega cuando pasan al primer plano.
Formados alrededor del pianista Thomas M. Lauderdale y la cantante China Forbes, Pink Martini son una banda de músicos ultra profesionales que abarcan una multitud de influencias y abrazan sonidos de una multitud de culturas, lo que es patente en este "Hang On Little Tomato" en el número de distintas lenguas en que Forbes interpreta los temas. Segundo elepé de la formación, después de su aclamado debut con "Sympathique", que incluía el televisivo tema homónimo, "Hang On Little Tomato" se centra en las influencias cubanas, pero encontramos también temas de tradición blues, italiana y japonesa.
Titulado a partir de una antiguo anuncio de ketchup, el segundo álbum de estos norteamericanos que se reconocen ciudadanos del mundo –por eso de la multiculturalidad en su música– es un trabajo formalmente perfecto pero vacío e impersonal, plagado de composiciones sin alma, destinados a única función: ambientar, es decir, en el fondo. Comercial y de escucha fácil –es lo que tienen los discos agradables–, aunque también aburrido, "Hang On Little Tomato" es el disco perfecto para regalar en caso de regalo de compromiso e impersonal. Especialmente destinado para los que pasan de los cuarenta o para el público de las películas de Roberto Darín.
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Hang On Little Tomato
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