Folk
Vashti Bunyan | "Lookaftering" | Fat Cat Records | | 2005
36 años han tenido que transcurrir antes de que vea la luz un nuevo álbum de Vashti Bunyan, después de regalarnos con esa gema folk extraviada y atemporal llamada "Just a Diamon Day". Precisamente debido a la tibia acogida que recibió su opera prima. <>Vashti se refugió en el silencio de su cabaña irlandesa para convivir con sus animales, formar una familia y dedicarse a tiempo completo a criar a sus hijos. La indeferencia, reza la cantante en una de sus últimas composiciones, es como aire gélido, del cual uno se tiene que resguardar. Después de la reedición de su debut el año 2000, fue rescatada del pozo del olvido por la nueva generación de hippies freaki-folkies elevándola éstos al pedestal de musa inspiradora de sus desvaríos ácidos. Animal Collective la presentaron en sociedad con un aperitivo a sus respectivos discos, el delicioso "Prospect Hummer" y el sello de los autores de Feels, Fat Cat, la conmino a grabar nuevo material, bajo el tutelaje del compositor post-clásico Max Richter.
El resultado es este "Lookaftering", un remanso de paz, un oasis edénico donde sopla la brisa matinal y donde pequeños faunos se sumergen en un río que nunca es el mismo, aunque lo parece. Todo queda, pero también todo pasa, reconoce Bunyan cuya voz cristalina retrata el discurrir de un tiempo perezoso, que lagrimea lánguida, pero inexorablemente y que aprecia casi imperceptiblemente en el madurar de su familia. Nothing changes/same as before/ the only thing I see is you’re not here now, dice en "Brother", y entonces el paso del tiempo se nos aparece como una pesada losa, que cargamos sobre nuestras espaldas con resignación.
Desde el primer corte, "Lately", Looaftering rebela su vocación de nana apaciguadora. La voz delicada, pendiente de un hilo que no se acaba nunca de cercenar nos invita a pasear por ese jardín floreado, mientras la instrumentación de su comparsa confiere a la escena sensación de ensueño: Harpas punteada por la élfica Joana Newsom en "Againts the Sky", o por Adem en Wyward, ese maravilloso cuento céltico con Devendra Banhart como invitado de lujo, instrumentos exóticos de nombres parlantes como el dulcimer o el harmonium, y esa omnipresente neblina destilada por el piano de Max Richter en canciones como "Hidden" cortejan el canto angelical de Bunyan, enseñoreada autoritariamente de sus composiciones. Si a esto sumamos en reducido minutaje, la sensación onírica gana aún más enteros.
Lástima que esa belleza etérea sea sólo un paraíso artificial. Que pena que el camino de la paz sea el retiro espiritual, la renuncia a un mundo que duele, que hiere, pero que es desgarradoramente real y del que solamente queda en éste álbum, un recuerdo desdibujado, mortecino. Testimonio musical ejemplar de una vida contemplativa, belleza en estado puro, el redivivo arte de Vashti Bunyan no es de este mundo.
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Lookaftering
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