pop
Beck | "Sea Change" | DGC | | 2002
Vista la reacción de la crítica ante el nuevo disco de beck, parece que los lanzamientos del señor Hansen, como si de interruptortores de la luz se tratara, solo admiten dos posiciones por parte del gremio: O son una ristra de composiciones desenfadadas construídas sin ninguna clase de complejo con trozos de aquí y de acullá (véase odelay y midnite vultures) o son decálogos folk de bajo presupuesto y pretensiones cortas (por ahora mutations y, según parece, este nuevo sea change). Resulta pardójico que, tras aplicar esta lógica estúpida y reduccionista a cada nuevo trabajo del autor de loser, el mismo crítico se llene la boca de epitetos tales como "genio de los noventa" o "gran creador"... pero a ver, ¡¿en qué quedamos?!
Personalmente (qué gran palabra personalmente, y qué poco utilizado en el ámbito del critiqueo...) me da la impresión de que beck no es la clase de músico que trabaja dos únicos registros; de hecho, su perfil musical es tan ecléctico que incluso el concepto "registro" se le queda pequeño. De este modo sea change, sin ser una obra tan dispersa (en el mejor sentido de la dispersión, por supuesto) como lo era su anterior midnite vultures, es un catálogo de sonidos diversos, y de ningún modo el disco conceptual de baladas folk plomizas que algunos han intentado vendernos. Que el leitmotiv de beck a la hora de poner en pie estas doce canciones fuera el saldar cuentas con una ex (o varias) y el darnos a conocer el precario estado de sus emociones no vuelve a este disco en el compacto más oscuro en aterrizar en nuestros equipos desde lo último de Bonnie Prince Billy, ni mucho menos. Tenemos instrumentaciones con aroma setentero (paper tiger y lonesome tears), ambientaciones nocturnas (round the bend) y letras deliciosamente incoherentes (sunday sun), y todos estos retales juntos, sumados a un puñado de temas tristes interpretados a pelo (claro que los hay), conforman el mejor disco posible de beck ahora mismo. Y es que si el geniecillo Hansen resucita en dos o tres meses y nos trae otra colección de temas, sean estos jotas pasadas por un tamiz funk o polkas construidas con samples de reportajes de la national geographic, nos estaremos enfrentando por enésima vez al mejor disco de beck de entre todos los posibles: es precisamente ese detalle el que confiere a beck la categoría de genio.
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Sea Change
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