Querid@s popchildit@s:
Regresamos con el consultorio festivalero-sentimental en una edición en que las dudas existenciales del l@s popchildit@s se encuentran de nuevo arrojando tinieblas sobre el entendimiento humano.
Ya sabes, si quieres preguntar algo, o simplemente desahogar tu atormentado espíritu, aquí está el astuto y sabio Señorito Francis, para demostrarte que, aunque te lo parezca, lo tuyo ya lo han pasado, más o menos, otros y tienes unos buenos referentes cinematográficos para observar, digerir y reflexionar.

Querido Señorito Francis:

Me siento culpable y no sé si debo. Soy muy amiga de una compañera de facultad -somos universitarias o sea que puede suponer que no se trata de un problema de garrulas incultas-, la cuestión es que lo habíamos hecho casi todo juntas hasta ahora, estudiábamos juntas, íbamos al lavabo juntas y criticábamos a las horteras de clase juntas, en fin, casi todo lo que da sentido a la vida. El problema ha surgido cuando la muy zorra se ha enamorado del tío más bueno de clase, y no sólo eso, sino que se ha quedado encinta de él y ahora se van a casar; increíble; yo reo que es tirar su futuro por la borda y que debería acabar la carrera o, por lo menos encontrar un marido de mejor familia -porque el chico es guapo y sexy a rabiar pero pueblerino, ordinario y basto como nunca había visto- como ejemplo diré que ni se afeita los pelos del cogote. Imagínese. La cuestión es que, para que ella se de cuenta del terrible horror que comete, decidí seducirlo y que así ella viera que es un cerdo y no le conviene. Como un kiki de una noche lo perdona cualquiera con el rollo de las copas de más, y yo lo que quería era convencerla, llevo acostándome con él dos meses -cada día-. Me siento muy satisfecha -ya que, si no hablas con él la cosa resulta tremenda y es una especie de bestia hecha para el placer-, pero un poco culpable porque no sé cómo decírselo a mi amiga sin que sufra y de forma que vea que lo que me ha movido a esta relación no es más que mi puro afecto por ella. Acompañarla al Corte Inglés a elegir la lista de boda es lo peor, se lo aseguro.

El tiempo pasa, ella está cada vez más gorda y él cada día más colgado por mí. Me siento fatal porque todo está saliendo al revés y encima ello está repercutiendo en la calidad de mi rendimiento en la carrera.

Amiguísima angustiada pero satisfecha.

Querida angustiada:

¿Mi mamá me mima?

Querido Señorito Francis:

Querido amigo:

¿Por qué no soy popular?

Querido Señorito Francis:

Le escribo súper angustiada porque en mi entorno no se tiene en cuenta todo lo que soy y a nadie le importa lo que digo. Verá, yo estudié en un colegio tremendamente elitista y mis compis eran todos hijos de gente que poseía las empresas más exitosas del mercado, con decirle que entre nosotros nos llamábamos con el nombre del producto paterno en cuestión, por ejemplo, mis amigas eranÊ la Ausoniaextraplana, la Argentaria y la Panamá Jack. Yo ocultaré mi identidad por discreción y respeto a mis papis, que lo pasarían fatal si supieran que veo portales tan cutres como éste. Bueno, la cuestión es que ahora he empezado en la uni la carrera de Filosofía, no es que me guste pero la facu me pilla al lado del gimnasio y no hay mates ni química ni cosas raras, y como me da igual terminarla, pues eso. Además mis papis querían que hiciera empresariales en la privada y, como no me dejaron ir al viaje final de curso pues me vengué. Bueno, total, que aquí todo el mundo es progre y raro. Oyen música rara, leen cosas raras y visten raro. Hablan de cosas absurdas y van todo el día drogados hasta las cejas. Yo no tengo prejuicios y tanto hablo con un negro como con una madre soltera, pero esto ha sido demasiado para mi tolerancia. El otro día, en el bar -aquí siempre está lleno, todos hacen campana- estaba tomando mi bollicao con cacaolat cuando se me acercó una especie de furcia súper ordinaria, que no se debe ni depilar las axilas, y me dijo que qué hacía allí. Yo le dije que era obvio, que desayunando, y ella se rió con su dentadura amarilla y se fue a su grupo de amigos, todos se giraron y me miraron y se rieron. Fue horrible. Me encerré en el lavabo -encima está lleno de dibujitos y mensajes obscenos- y lloré desconsoladamente hasta tercera hora. Entonces me decidí a acabar con el conflicto, me peiné bien y fui a clase a enfrentarme a mis enemigos. Pero entonces pensé: si ya me odian, ¿no será peor?. Mi megapregunta es: ¿debo dejar de vestir normal, dejar en casa mis ositos de Tous, e ir a la uni despeinada y sin ducharme? ¿Cómo me puedo integrar? ¿Cómo puedo hacerles ver lo realmente superimportante que soy y que, aún así, los acepto? ¿Tiene que venir mi padre a hablar con el tutor? ¿Qué es Kant, es un grupo de esos alternativos? Lo he buscado en popchild y no está. Ayúdeme, porfa, lo estoy pasando fatal de la muerte.

Querida amiga:

Creo que tu problema no está tanto en cómo hacer que en tu facultad te acepten como en saber realmente qué demonios haces tú en ella. En esta vida es tan respetable una opción como otra y sería absurdo que perdieras tu sofisticada idiosincrasia; el mundo está lleno de personas que no sólo te van a saber apreciar sino con las que, de buen seguro, te encontrarás muy a gusto. Si aún así quieres seguir adelante con tu cruel venganza contra tus papis, te recomiendo que no renuncies a ti misma, es probable que te insulten y te llamen friky y otras cosas que no entenderás durante un tiempo, pero verás que, poco a poco, más de un@ de es@ malpeinad@s que ahora te desprecian pueden llegar a sentirse fascinad@s por tu natural sofisticación, en especial cuando vayan acercándose al final de la carrera y vean cómo está el mundo laboral para los filósofos. Te recomiendo la peli Vive Cómo Quieras de Frank Capra, es vieja pero muy buena. Como es probable que no la encuentres en dvd en el Blockbuster de la esquina, te recomiendo también Una Rubia Muy Legal -Legally Blonde-, de reciente estreno, peli superdiver con la que disfrutarás y aprenderás que vale más ser uno mismo en un entorno hostil y que a veces las apariencias engañan y no por ser diferente eres peor y que tal vez, los que pasan miedo, y se sienten más insegur@s son ell@s. Piensa que puedes llegar a ser la primera Barbie filósofa, si ya hay una en Supervivientes... ¿por qué vas a ser tú menos? Respecto a lo de Kant, pregúntale a algún profe. Animo y que tus ositos Tous no pierdan brillo.

¿Por qué no acaba de funcionar mi vida en pareja?

Señorito Francis:

Vivo con una piba que me tiene enchochado desde hace cuatro meses. Está buena quetecagas y en la cama es más guarra que una muñeca hinchable a pilas. Todo iba bien hasta que comenzamos a hablar entre casquete y casquete, que si a ver si te duchas, que si estoy harta de Estopa y de Camela, que si por qué no te afeitas esos pelos que te salen por la nariz, que si ya me has explicado esa escena de Torrente cien veces... en fin, una mierda. Yo he probado a callarla con más triquitriqui, pero cuando se acaba vuelve al mismo palo y ya me tiene emparanoyado. Entonces me voy con los coleguitas, nos hacemos unas birras y vuelvo en plan cachorro indefenso, lo cual la pone a cien y está callada durante un rato. Creo que parte de la culpa del asunto la tiene que me quiere presentar a sus viejos y le da vergŸenza o algo así de mi forma de ser y de mi natural sexapil. A mi no me mola nada la idea porque me suena a encerrona y yo soy un espíritu libre. Comparto el piso con ella porque cuando la conocí estaba muy colgada y a mí mis viejos me habían echado de casa por la mierda de los deuvedés que encontró la pasma en mi habitación. La cuestión es que no quiero quedarme colgado en la calle y no se cómo hacer mejor mi relación de pareja. Qué hago, ¿paso de ella? ¿me agencio unos tapones para los oídos? ¿le encargo a los colegas que la den un susto y así me deja todo el piso para mí? Para que vea que no soy un notas le diré que hasta he leído un poco de un Cosmopolitan que tenía ella por casa, para entender su psicología femenina, pero sólo hablaba de cómo poner a tope a los tíos y eso no me interesa.

El menda lerenda.

 Querido amigo: