Reportaje

Radiohead
Reportaje

... la cabeza de radio que no deja dormir

Tal vez no hace tanto desde que conseguimos sintonizar esa emisora...a esa banda experta en regalarnos canciones tristes y de desmedida emotividad. Tal vez no hace tanto desde que el pequeño Yorke cantaba las canciones de U2 y trataba de emular a Bono.
No hace tanto desde que el "OK computer" se nos quedó clavado en las pupilas y en los tímpanos...no hace tanto... pero los cambios bruscos de orientación de cabezaderadio han hecho que nos desacostumbremos a un sonido y nos adaptemos a otro de forma constante. Porque en su caso crecer es algo constante.

Y es en este tipo de casos, cuando la palabra crecer adopta su más álgido sentido, es ese tipo de ocasiones en las que la evolución deslumbra a la mediocridad de lo rutinario para ofrecernos en una bandeja helada canciones de desamor, odio, amor, orgullo, melancolía... todas ellas con matices distintos y horas y horas de indagación exhaustiva. Ese punto en el que un grupo investiga en sus inquietudes musicales más diversas para dar a luz canciones de estudio realmente sorprendentes.

Radiohead saben hacerlo y también han sabido ser fieles a sus propios códigos. Su bagaje consta de canciones pop brillantes ("Pablo Honey"), Rock ruidista del de los noventa (the Bends), indagación, una ejecución vocal espléndida, kilos de tristeza, de tristeza, de tristeza... y de sentimientos nihilistas. Ellos han sabido hacer de todo lo que han tocado algo destacable en las diferentes épocas del rock en las que les ha tocado vivir hasta llegar a esa época en la que ya no importa que tipo de guitarras lleva un grupo: el rock del 2000.

Radiohead o la comercialización masiva de la tristeza. La comercialización de las miserias y las tardes de domingo tirados en una cama, tal vez llorando... o no, simplemente obviando las letras. Los de Oxford han conseguido colar en los bolsillos la filosofía de la tristeza perenne.Y encima han sabido venderla a millones de personas. Tal vez sea el momento, o esa generación X de los noventa a la que le encanta regocijarse en las depresiones, y que ahora ha crecido y sigue comprando sus discos.

Esa generación x que gritaba himnos tristes y que ahora sólo canturrea.

Pero que más da, sea esa generación u otra el caso es que Radiohead han sabido mantenerse como un gran banda de Rock...experimental.
Siempre lo han hecho: buscando acoples, punteos quebradizos, voces frágiles, bases rítmicas complejas... pero desde unos cuantos años a esta parte, con ese más que esperanzador "OK Computer"... esos "KID A", "Amnesiac"( discos de gran calibre compositivo en el que se revolcaron en la más absoluta de las tristezas con sabor a fusión de Rock con electrónica) han llegado al escalafón de banda productora de enormes composiciones plagadas de experimentación y sólidas ideas.

Radiohead pasarán sin duda al Libro de Petete del Rock de los noventa, aunque seguramente ya lo están. Porque si no son ellos, pocos más hay de su calibre experimental y de su constancia en la esfera de la calidad por año que pasa.

Tom Yorke y sus secuaces envejecen y encuentran a cada paso que dan preciosas melodías de sentimientos ahogados adobadas con un toque de Rock elegante e influencias electrónicas insertadas con muy buen gusto. El rock de la tristeza debe ser así.
El rock de la tristeza ha llegado en sus manos a un punto estable, en el que las canciones son primas de las de otros discos y en el que se encargan de reforzar su estilo con más firmeza, distorsión y un salve al Ladrón!

"Hail to the thief!" es la prueba tangible de que ahora la experimentación está reservada a los matices sútiles y que las estructuras de Rock complejo vuelven a retomar el rumbo de sus composiciones. Mayor Producción en los campos vocales. Más cuidados. Canciones más titánicas y sólidas. Y la inquietud musical siempre presente. Siempre en el cerebro del inquieto J Greenwood y en las cuerdas vocales de sir Tom Yorke. Por no hablar del resto de la banda: todos eficaces y portadores de esa atmósfera tan rica que Radiohead te regala cada vez que te besa en las mejillas para decirte estamos tristes..para preguntarte si tú también lo estás.

Salvemos a los ladrones de la brillantez. Salvemos esa cabeza de Radio que no nos deja dormir.