Film

Kiss of life | Emily Young | R.Unido-Francia | 2003

100.000 Retinas presenta en su programación de Enero una de las últimas joyas del cine británico que se puede ver en algunas pantallas de cine independiente.
Para diferenciar claramente las películas de un género u otro yo tengo mi propia teoría: en las películas de género comercial una puede llorar o reir en situaciones que o bien se abordan por encima o bien no llegan a definirse bien mientras que en las películas de género independiente nos enfrentamos a la cruda realidad, esa que mucha gente quiere evitar y que ni siquiera nos encontramos en los telediarios.
Pero esta es mi opinión personal y poca o mucha razón puedo tener cuando las cifras demuestran que el público se decanta por lo comercial.
Por eso propuestas como las de 100.000 Retinas deben permanecer por mucho tiempo para que de vez en cuando unos cuantos (que también somos muchos) podamos tener nuestro trocito de realidad.

Emily Young es una directora británica que ha mezclado su realidad con un poco de ciencia ficción para demostrarnos lo que puede ver y sentir un alma después de muerta.
Helen es el alma que camina errante después de abandonar su mundo. Casada con John, éste pasa la mayor parte del tiempo viajando. Mientras él reparte ayuda humanitária por Europa del Este, Helen necesita de su ayuda porque se siente perdida y sola. Aún teniendo la compañía de su padre y sus dos hijos a Helen le falta el cariño de John y no podrá recibirlo desgraciadamente porque morirá en un accidente de tráfico.
Mientras el alma de Helen intenta despedirse de los suyos, John vive una auténtica odisea para poder escapar de lo que le rodea. Llega un momento del filme que su yo se encuentra con el alma de Helen en alguna parte y logra decirle todo lo que la ama.
Peter Mullan ("Riff-Raff", "El perdón"...) interpreta a John. Actor veterano inglés dota a su papel de todo el dramatismo que se merece.

"Kiss of Life" está entre la realidad y la ficción pero si de una cosa estoy segura es que enfoca perfectamente los límites de ambos para que no caigamos en el engaño.