Pop espectral
Xiu Xiu | "Fabulous Muscles" | 5RC | Acuarela | 2004
Cuando la mente disfuncional y calenturienta de Jamie Stewart tomó cuerpo por primera vez en una colección de canciones, fueron muchos quienes no supieron encajar su propuesta de folk oscuro intervenido por brotes postpunk. Sus melodías frágiles, sus letras escatológicas y exhibicionistas, su árido e inprevisible acompañamiento rítmico y, sobretodo, su histriónico modo de cantar, convirtieron al debut de su banda --"Knife Play" [5RC; 2002]-- en la rareza inasible de aquel año musical, y pocos apostaron porque Xiu Xiu acabarían convirtiéndose en una de las formaciones más punteras del arranque del nuevo siglo.
Tres EPs, una versión de Tracy Chapman, un tema titulado "Jennifer Lopez" y un soberbio segundo trabajo más tarde, a casi nadie se le escapa que el proyecto del excéntrico Stewart va camino de hacer historia; pero por si aún hubiera algún excéptico a este respecto, la recién publicada tercera entrega de la banda no deja el menor espacio a la duda, y hasta la fecha es el mejor álbum que ha visto a la luz en este 2004.
Con un armazón más amable al de sus dos discos anteriores pero con unos entresijos tan o más desesperantes, "Fabulous Muscles" es un álbum difícil de explicar, pero del que no resulta complicado enamorarse. Unos sintetizadores circenses y los susurros de Jamie descorchan "Crank Heart", un tema de synthpop que allana el terreno para las partituras angustiantes que están por venir. A continuación, "I luv the Valley, Oh!" se erige como la cumbre de la banda, un demolador himno indie que impele al oyente a pulsar compulsivamente la tecla repeat. De ahí en adelante, cualquier intento de mantenerse frío ante la descarga emocional de Xiu Xiu resulta inútil, y el extenuante trayecto de diez paradas lega para la posteridad canciones tan rotundas como "Nices pieces", "Clowne Towne", o el increíble tema titular que, ya en su versión demo, se convirtió en una de mis canciones fetiche del pasado año.
Porque el abismo que media entre quererse y odiarse no es todo negro, porque en el fondo todos somos más que complicados, y también porque la música que importa es la que tira por tierra hasta nuestras más férreas defensas, "Fabulous Muscles" es un disco de escucha obligada, un claro candidato a ser el trabajo más encantador, desasosegante, sincero y tenebroso de la inminente primavera.
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Fabulous Muscles
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