Live

Josh Rouse | Naïve/Bittersweet Recordings | Valencia/Barcelona | 2004-02-28

Sala "Black Note". Vcia.28 de febrero del 2004

Josh Rouse, una de las apuestas musicales por parte de los diferentes medios este año, llegaba a Valencia para presentar su nuevo disco disco "1972".
Un disco lleno de producción concienciada y arreglos con aires funk, que funden el disco en el titulo del mismo hasta crear un simbionte que Josh Rouse pasa a representar en la portada del mismo.
Su trayectoria anterior a dicho punto medianamente álgido, los videos en la MTV, y las actuaciones repletas de gente, se basaba más en un pop más intimista, teñido de folk y a veces energía power pop, paseado a base de una guitarra acústica por radios y giras largas.
Eso fue el principio y el medio, pero ahora los tintes revival parecen haberse apropiado de sus composiciones, dejando atrás la frescura de las mismas, proyectándolas bajo un colchón sonoro que hace se oigan menos...
Es con ese grado de escepticismo actual con el que me disponía a entrar en la sala, medianamente crédulo, y medianamente aséptico.
Pero cual fue mi sorpresa al ver tan sólo dos guitarras acústicas y una melódica encima de la tarima. El resto de la banda, y por lo tanto los arreglos de producción parece faltarían esa noche.
Una vuelta al formato puro, a las canciones en si mismas, a la desnudez de un cantautor que lo habia sido menos en este ultimo disco.
Y asi fue.
La ejecución de los temas de su ultimo disco, sonaba casi más fresca, más pura.
La comunicación entre músico- publico parecía establecida desde antes del concierto, química, entrega , sudor y guiños de ojo.
Un repaso a su ultimo disco por completo y varias visitas a los discos anteriores, una muy buena adaptación de los temas al formato acústico, y una muy buena interpretación , se hicieron valer dos bises con versión de Neil young incluida.
Fotos de ellos con el público de fondo y sonrisas de incredulidad.
Gran solvencia instrumental y vocal.
Gestos de adios agradecidos, inclinación de torso y aplausos fuertes y firmes, de esos que parecen una muralla sonora que hace sonreir.
Sonrisas de satisfacción entre el público, y un hombre de barba de alrededor de unos 50 años que no para de decir “qué bonito” en voz alta.


Sala "Razzmatazz 3". Bcn.29 de febrero del 2004

Josh Rouse es uno de esos autores que sin hacer demasiado ruido, han elaborado algunos de los temas más hermosos que podemos encontrar dentro del surgimiento de nuevos cantautores con gusto por la música folk y pop, y los ambientes paisajísticos más sosegados. Este músico norteamericano amante de los sonidos británicos de mitades de los ochenta, lleva ya más de cinco años creando estas bellas melodías que nos transportan por lo hondo de su desgastado continente. Durante este tiempo además ha contado siempre con el apoyo de Kurt Wagner, líder de Lambchop, que le acompañó durante la grabación del e.p "Chester", Durante todo este tiempo fue dando forma a su sonido, elaborándolo y moldeándolo, hasta que dio con este "1972" que vino a presentar el domingo veintinueve dentro de la sala pequeña del Razzmatazz.

Para los que ya le conocían, la actuación de Rouse, fue un regalo, acústica al hombro y acompañado por un segundo guitarra, fue desnudando uno a uno sus mejores temas, de discos como "Under Cold Blue Star" o "1972" su, por el momento, último disco. Para los que no lo conocieran tanto, fue una sorpresa ver al autor mostrando su alma a través de melodías detallistas, sobrándose de copiosos arreglos. La música en estado puro, ante un público que susurraba en silencio sus canciones y se decía al oído lo bueno de haber acudido finalmente a dicha minúscula sala. El intercambio entre las dos partes fue fluido, con un Josh mostrándose al natural, agradeciendo a los que estábamos allí el hecho de haber acudido esa noche o dedicando bonitas canciones a las damiselas de la sala.

El concierto tardó más de media hora en empezar, por lo que Rouse y su acompañante se disculparon ante la audiencia por tal retraso, pero la espera valió la pena, puesto que la hora y cuarto (el tiempo de un par de bises) se nos hizo corta y con ganas de volver a ver de nuevo sobre los escenarios de nuestro país a este autor amante del pop de raíces.

Incluso temas como "Love Vibration", tema que le ha dado la popularidad a escala internacional, sonaron con más fuerza y contundencia dentro del pequeño recinto, que ofrecía en su entablado y sobre una silla de madera a un Josh altivo, capaz de cautivar con su voz de poeta desarraigado, a los cientos de seguidores que hasta allí nos acercamos, dejando una imborrable huella de su paso por nuestro país.