Pop
A.C. Newman | "Slow Wonder" | Matador | Import | 2004
La magia inextrincable de un disco perfecto de música pop es una esencia difícil de trasladar de forma fidedigna al recipiente de una crítica musical. Tanto es así, que hacer justicia al compendio de canciones cristalinas de este "Slow Wonder", primer trabajo en solitario de Carl Newman, me resulta tan complicado como explicaros de qué color son las estrellas en una noche cerrada o a qué sabe el primer beso de por la mañana de alguien a quien se quiere poderosamente. En fin, disculpadme el almíbar extra con el que he tenido a bien en rociar esta última frase, pero de veras que con este redactado me estoy enfrentando a un disco así de grande...
Bregado en las lindes del power pop vía Zumpano y The New Pornographers, Newman aparca la pátina indie que mantuvo sujetas a las décadas de 1990 y 2000 a su anterior par de aventuras y entrega con esta lenta maravilla un disco cien por cien extemporáneo. En él no cuesta dar con el rastro de luminarias como Todd Rundgren, Harry Nilsson o incluso del invencible binomio que encarnaran a principios de los setenta Elton John y Bernie Taupin, y su raudal de buenas melodías y aún mejores vibraciones está producido con sobriedad y pulso firme, tocado por botones parecidos a los que pulsó Phil Ek para poner en pie el Chutes Too Narrow de los Shins. De entre su deslumbrante nómina de caras A indiscutibles destaca la inicial "Miracle Drug", "Drink to Me Babe Then", "Come Crash" o "Better Than Most", estas dos últimas tocadas por una barita parecida a la de Jim Eno, mastermind de los increíbles Spoon.
"Slow Wonder" no será jamás un cult classic de la talla de "Neurotica" o "Third/Sister Lovers" porque está destinado a correr mejor suerte que ese par de cimas del género power pop: con el respaldo de una disquera como Matador y las rentas de los otros dos proyectos de Newman, es sólo cuestión de tiempo que una porción generosa del planeta indie se enamore hasta las cachas del que es sin duda uno de los mejores trabajos de 2004. Pasen y maravíllense, es un consejo de amigo.
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Slow Wonder
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