Film

Una historia de Brooklyn | Noah Baumbach | EEUU | 2006

El tema de las separaciones conyugales y sus consecuencias, es un tema ya bastante manido en el mundo del séptimo arte. Por otro lado, es lógico a estas alturas haber narrado ya todas las situaciones habidas y por haber, pero siempre que un director inteligente apuesta por este estilo de narración, si bien no sale algo nuevo, al menos si algo personal y original por lo tanto. Este es el caso de Noah Baumbach, este joven director de Nueva York, conocedor de las iconoclastas debilidades de la sociedad acomodada y amante de autores como Woody Allen o John Cassavetes. Baumbach consigue con “Una historia de Brooklyn” (The Squid and the Whale), realizar un retraro costumbrista y con cierto sentido del humor de los problemas familiares en la sociedad de occidente. Si bien es cierto que es inevitable caer en clichés ya de sobra conocidos, nunca está demás dar el propio punto de vista.

La película cuenta con un buen elenco de actores que dan vida a las figuras principales de la historia, un matrimonio y sus hijos en la sociedad de los ochenta, y los problemas que surgen a raíz de su divorcio. Nombres como Jeff Daniels y Laura Linney como padres de familia son ya una garantía de éxito, más de crítica que de taquilla, se entiende, eso hay que dejárselo a Pixar o Marvel. Les acompañan Anna Paquin, William Baldwin en una actuación muy acertada, el adolescente Jesse Eisenberg y el niño Owen Kline, cuyas vidas y situaciones se entrelazan mientras la cámara capta de manera directa sus reacciones y sensaciones, haciéndonos sentir parte de la trama, como si estuviéramos involucrada en ella, con una manera de rodar muy fresca y sencilla, sin complicaciones en técnicas innecesarias.

La película ataca de manera directa a los puntos flacos de esa sociedad acomodada y de sus absurdas complicaciones, en momentos tratando las cosas de manera trágica y en otros burlándose de todo eso, como si de la vida misma se tratara. El retrato que Baumbach ha hecho de sus personajes es duro y crítico, pero a la vez enternecedor y comprensivo, pero sin duda, realista.