Film

El bosque (The Village) | M. Night Shyamalan | EE.UU | Buenavista | 2004

La primera escena desconcertante de El bosque (TheVillage), es ver como dos jóvenes aldeanas entierran, tras la muerte de uno de los infantes del pueblo, una planta de pétalos rojizos, para enterarnos posteriormente de que ese es el color de los que denominan "Aquellos de quienes no hablamos".

Con esta permisa nace una especie de cuento rural en el que se mezclan el amor, el drama y el suspense, y del que a simple vista, tan solo apreciaremos ciertos resaltados elementos, pero del que poco a poco iremos descubriendo sus capas, a medida que nos adentramos en la película y a la vez que nos damos cuenta de que no se trata de una simple historia de terror.
Al otro lado del bosque, lejos del mundanal ruido y el ajetreo continuo de la civilización, se alza una aldea cuyos habitantes viven en paz y armonía, menos por una atemorizante idea que ronda por sus cabezas, seres malignos acechan en la oscuridad, atacando a todo aquel que se atreva a adentrarse entre la maleza más allá del territorio remarcado. Pero la curiosidad y la valentía del reservado Lucius Hunt llevará al desencadenamiento de una serie de acontecimientos que harán plantearse al parlamento de la aldea hasta que punto seguir estos dictados puede ayudar a salvarles la vida.
Utilizando ingredientes como la fábula, la leyenda y la narración de carácter moral, M. Night Shyamalan construye pieza a pieza una obra, que si bien no se cuenta como uno de sus trabajos más destacables, sí se convierte en un relato a tener en cuenta a la hora de analizar rasgos tan humanistas como la inocencia o el miedo.

Rodeándolo a su vez por un halo de magia y misterio casi infantil que contrasta con la crítica político-social del guión, casi oculta. Aunque por momentos pese más la estructura del cuento y no acabe de dejar al espectador permanentemente enganchado a la butaca. De todos modos es loable ese aura de misterio y a su vez colorido que impregna todo el film.

Y contando además con un plantel de actores de altura, como Joaquín Phoenix (que ya trabajó con él en "Señales"), Bryce Howard (magnífica en su papel protagonista de muchacha ciega y enamorada de Lucius, luchando contra lo que se le venga encima con tal de permanecer junto a él), William Hurt, Sigourney Weaver (las figuras que representan la templanza de la aldea) y Adrien Brody ("El pianista") que remacha la propuesta en su papel de joven retrasado enamorado de Ivy (Bryce Howard) hasta extremos insospechables.

Otro elemento chocante del film es su atemporalidad, ya que las vestimentas y decorados de la historia la sitúan hacia finales del siglo XIX, como narra su sinopsis, pero iremos percibiendo que bien podría tratarse tanto de esa época, como del presente que nos ocupa.