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Patrick Wolf | Barbarella (Nasti) | Madrid | 2004-10-08

Estaba la Sala Nasti, con su disfraz de Barbarella de los viernes, lleno de una gente de lo más "in". Hasta el tipo ese de MTV España con los pelos a lo Beakman (el de Beakman´s world). También Xoel "Deluxe" y otros tantos de los que no es que no me acuerde, es que no los conozco y debe ser un pecado no conocerles, vaya.

La ocasión se llama Patrick Wolf y es un chavalito, con todos mis respetos, que el sólo se lo guisa y al público se come. Como es de fuera la habitual capa de amigos, familiares y hasta padres no existió, con lo que el llenazo de la sala sólo puede atribuirse a que sus méritos, ya comentados en otras ocasiones, no están pasando desapercibidos. Como en el FIB tocaba en un lugar y hora imposibles, había hambre de desquite y la verdad es que estoy seguro de la satisfacción del 99% de los presentes.

La puesta en escena es, llamémosle así, escueta. Él, con sus pintas como única presencia y con el apoyo de las programaciones y de un iMac (es que son tan bonitos). Sus armas fundamentales son su guitarra, su violín y su voz, su poderosa voz a la que hace doblar las mismas esquinas que a Jeff Buckley (algún niño malo dirá que a Matt Bellamy) y tal vez, según me apuntan, Depeche Mode. Pero mejor y con más carisma. No olvidemos que, salvo por su estatura, no deja de ser un chavalito: que envidia da su carrera futura. Las programaciones y arreglos enlatados pasan de lo orquestal a lo warp, sin cortarse un pelo, pero cuajando bien, sin grumos. Sorprendente para quién se sorprendió y no coreaba canciones, que de estos también había. El stand de discos despachaba "Maná".

De lo que va de temporada Otoño-Invierno lo mejor. Sólo con el "pero" suspensivo de que vuelva con banda, por favor. Insisto: Por favor.





"Patrick Wolf"



"Patrick Wolf"




Por: Pedro Hermida/Fotos: Irene Barquín  


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