Film

Syriana | Stephen Gaghan | EEUU | Warner Sogefilms | 2005

Syriana es un film espeso, denso, difícil de ingerir, una película que queriendo decir mucho, no dice nada, y cuando lo dice quedan cinco minutos para que acabe la cinta. Difícil de llegar al público general, Stephen Gaghan se ha atrevido con un largometraje basto, en el que abarcar un tema tan trascendente y complicado como la política internacional es un hueso difícil de roer y de tratar para convertirse a la vez en algo interesante y entretenido.

Gaghan vuelve a jugar con los múltiples personajes que aparecen en películas como esta, para organizar un enredado puzzle, que en un film como este se le va de las manos, cosa que no ocurrió con su anterior obra “Traffic”, quizás sea debido a que para explicar un tema como la política internacional, el monopolio del petróleo y el lado oculto de países como Estados Unidos u Organizaciones como la ONU, es necesario saber sintetizar al máximo en el transcurso de los ciento ventiléis minutos de la película lo que se pretende explicar y además sin aburrir. Quizás hubiera conseguido mejores resultados si se hubiera centrado en las características humanas de sus personajes, en vez de tocarlos por encima, y más disponiendo de tan buen equipo de actores.

Empezando por George Clooney, que sufrió una lesión de espalda por haber tenido que engordar más de diez quilos para interpretar a Bob Barnes, un espía en Oriente Medio, siguiendo por Matt Damon, que interpreta a un agente financiero en Suiza, Jeffry Wright, que da vida a De Bennet, un abogado que lleva el caso de una importante pretolera, o Chris Hooper en el papel de Jimmy, uno de los trabajadores de dicha petrolera, y acabando por los actores que dan vida a los dos hermanos Al-Subaai (Alexander Siddig y Akbar Kurtha), la película nos muestra a un montón de buenos actores mal aprovechados en sus respectivos papeles, porque es cierto que funcionan muy bien como hilo conductor, pero es que hasta en sus diálogos uno llega a perderse. Como digo, quizás era un tema demasiado complejo para ser tratado tan ampliamente, demasiado pretencioso cuando le hubiera bastado tan solo un fragmento de la historia y haberlo analizado más a fondo.

Syriana no es una obra mala, sino una obra complicada, demasiado obtusa, que desvela las cosas en el último momento, y que no deja que el espectador se acabe de enganchar a la historia, pese a su esfuerzo.

Por: Álex  


© 2000-2024. All rights reserved. Popchild.com