Film

A Scanner Darkly | Richard Linklater | EEUU | Warner | 2006

Con una estructura visual pionera en su campo (el de la animación), fusionando los actores de carne y hueso con los trazos realizados a través de programas de vectores como Flash y utilizando técnicas como lo que ha venido a denominarse "Rotoshop" y que ya se utilizó de modo similar en algunas de las primeras películas de Disney, llega a nuestras pantallas "A Scanner Darkly" un largometraje dirigido por Richard Linklater y ficticiamente interpretado por Keanu Reeves. A primera vista debido a los amplios efectos en el tratamiento de los escenarios, de los personajes y la innovación sobradamente demostrada debido a estas características, "A Scanner Darkly" parece un film fascinante, pero no nos engañemos...

Como suele ocurrir en el noventa por ciento de los casos, la película presta más atención a la tecnica que al propio guión, y eso es algo que deberíamos de achacar en la mayoría de películas que tratan de cautivar al espectador mediante grandilocuentes técnicas, pero que al final se convierten en algo vacío y aburrido. No es que "A Scanner Darkly" no trate temas interesantes, que lo hace, ya que nos habla de la sociedad americana y el mundo de los traficantes de drogas, y nos situa en un futuro remoto en la ciudad de California, donde nadie tiene derecho a la intimidad y el consumo de la mayoría de estupefacientes está legalizado. Pero en ciertos momentos se nos vuelve obtusa, tosca y aburrida e incluso lenta, llegando a percibir en esos momentos, algunos de los fallos que puedan aparecer a nivel técnico, como el uso de los colores en la textura de los personajes, o de ciertos ambientes, cosa que por otro lado no es de extrañar debido al riesgo que conlleva realizar este tipo de proyectos, que en ocasiones nos hace dudar de si somos demasiado "clásicos" ya que igual lo disfrutaríamos más en formato cómic.

De todos modos, hay que aplaudir la acción de su director al llevar a cabo tan valientes hazaña, sobretodo teniendo en cuenta en que se basa en un guión del talentoso Philip K. Dick, reconocido autor de ficción de clásicos como Blade Runner, Total Recall y Minority Report. Algunos detalles del guión son dignos de admirar, aunque tendríamos que remitirnos al libro para gozar de todo lujo de detalles, como por ejemplo los trajes mediante los cuales se puede cambiar hasta un millón de veces de identidad para no ser descubierto ni espiado. Hay que destacar también la aparición y adaptación de otros populares actores como Robert Downey Jr y Woddy Harrelson, al que apenas podemos reconocer que deambulan en la historia entrelazando las escenas y los escenarios, que como ya hemos dicho, en determinados momentos se nos vuelven demasiado espesos.

De todas formas vale la pena acercase hasta la pantalla de cualquier cine de nuestra ciudad, tan solo para admirar la capacidad técnica de algunos directores y equipo de filmación, edición y programación, ya que en muchas ocasiones los resultados son asombrosos.