Film

Hostel 2 | Eli Roth | EEUU | Sony Pictures | 2007

Bajo la batuta de Quentin Tarantino, y con el atino promocional que eso supone, el realizador Eli Roth regresa con la segunda parte de "Hostel", una película que tuvo su bombazo en el momento y que aprovechando estas directrizes, alarga un poco más su sombra. El director de "Cabin Fever" (2002), en la que ya subrayó su gusto por el terror, las visceras y la sangre, vuelve a dar otra vuelta de tuerca en este nuevo metraje, que no se aleja en demasía de su primera parte si no fuera por algún que otro nuevo aliciente.

En esta ocasión, el film centra la trama en Roma y prosigue la historia en el punto donde se acabó la primera parte, tomándo como hilo al personaje interpretado por Jay Hernández, Paxton, supeviviente de esa orgía de asesinatos que se produjeron en el hostal eslovaco de Amsterdam. Roth cambia el sexo de las víctimas, ya que esta vez son tres chicas estudiantes las que entran en juego, dirigéndose a un balneario idílico en teoría, pero que en realidad no es más que una trampa en la que caen sin vuelta atrás, dirigida por un clan de psicóticos millonarios. Pero quizás "Hostel 2" pierde fuerza si la comparamos con su antecesora, quizás sea debido a que todos los trucos ya fueron desvelados entonces, o a que a estas alturas y tras visonados de diferente tipo, ya nos conocemos muchas de las fórmulas empleadas para este tipo de género. Pero pese a esto, hay bastantes elementos que convierten a la película en algo por lo menos interesante, aunque no sorprendente.

Por lo menos esta vez se han dignado en jugar un poco más con la psicología del espectador y han tratado de darle un sentido más amplio al guión, intentando dar con algunas respuestas que hasta el momento no estaban aclaradas. Los diálogos siguen siendo similares, la plasmación de los personajes plana, y los sustos medianamente previsibles, pero existen ciertos toques que hacen que por lo menos se intuya alguna expresión de originalidad como en la plasmación del paisaje, la escenografía o la música. También encontramos algunas referencias sexuales en la búsqueda de crear el cócktail "sexo-violencia" que siempre consigue resolver la falta de otros argumentos. En definitiva, es presumible el intento de ampliar los puntos de mira, de tratar las situaciones y de que la narración pase a ser algo más compleja, dentro de sus propias posibilidades, por supuesto.

Con "Hostel 2" volverán a disfrutar un amplio número de espectadores, tanto los amantes del gore más aséptico como los más escépticos, pasando por el público en general que acude a la sala de cine para pasar el rato.