Film

Soy Leyenda | Francis Lawrence | EEUU | Warner Bros | 2007

Últimamente estamos acostumbrados a ver en pantalla un genero que acaba de regresar, como es el de ciencia-ficción sobre zombies. Parece que la elección del momento para que el director Francis Lawrence lanzara su “Soy Leyenda”, adaptación de la novela del mismo título a cargo de Richard Matheson, no ha resultado ser el adecuado, y quizás esa sea su mayor flaqueza. Aún así la cinta interpretada por el siempre carismático Will Smith, se encuentra en lo más alto de la taquilla americana desde su estreno.

Hay que destacar de este film respecto a otros, que carece de la mediocridad de algunos títulos, y que por lo menos ofrece al espectador algunos momentos interesantes, centrados, como ya hemos dicho, básicamente en Smith, un actor que ha sabido aprovechar su popularidad para acabar escogiendo los papeles que más le interesaban y ganándose así el respeto de crítica y público, aunque también en su escenografía, fotografía y el hecho de haber utilizado algo tan sutil como el ruido-silencio para su banda sonora, dejando escuchar en breves ocasiones las composiciones del músico James Newton Howard. Sin duda “Soy Leyenda” no es un título de aquellos que trascienden, pero que conseguirán tanto despertar el interés del personal como hacer una buena caja, y eso no es poco hoy en día cuando además tenemos a los guionistas de Hollywood en plena huelga.

La historia empieza cuando una científica (Emma Thompson en un papel de escasos minutos), decide modificar genéticamente el virus del sarampión para curar el cáncer, pero este acaba mutando y se transforma en una horrorosa pandemia que mata a casi la totalidad de la humanidad. El doctor Robert Neville (Smith) es uno de los pocos supervivientes en la ciudad de Nueva York, por la que deambula junto a su perra Sam, tratando siempre de dar captura y muerte a los mutantes, humanos transmutados en zombies con sed de sangre. Estos seres solo podrán ser destruidos por la luz solar.

La narración nos acerca por un lado a la soledad del personaje, que lleva mucho tiempo en una ciudad vacía, intentando contactar por radio con otros supervivientes, y tratando de hallar la cura para la infección. Por otro, nos introduce en los ambientes más oscuros en los que habitan las criaturas y de las que Neville tendrá que lograr huir. El final resulta quizás un poco previsible, pero en general se trata de un film con en el que pasaremos un rato entretenido.