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El Consultorio | Señorito Francis | España | 2002

El Consultorio Post-Estival Del Señorito Francis

Los calores no han afectado a todos, pero por lo visto muy especialmente a los popchilditos. Al parecer las sillas de ordenador de Ikea están rellenas de una especial espuma que eleva la temperatura por encima de las rodillas y por debajo del ombligo lo cual unido a excesivas horas ante el pc y el consumo de estupefacientes produce indeseables efectos genito-cerebrales. Bueno, esto sólo es una hipótesis ante los terribles problemas con que este humilde servidor se ha tenido que enfrentar al abrir vuestros chocantes emilios. Sirva esta humilde introducción para ofreceros una selección de las consultas llegadas a este consultorio de mayor interés emocional y antropológico.

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Mi novio es un freaky

Querido señorito Francis:
El motivo de la presente es para buscar desesperadamente su ayuda. Soy una chica creo que atractiva, normal e inteligente, mi cuerpo es sexy y mi cabello espeso y sedoso. Esto lo digo para que no se piense que soy un caso y por eso me pasa lo que me pasa.
La cuestión es que tengo novio desde hace un año más o menos, es un chico normal, tirando para vulgar pero me encariñé de él y está acabando administración de empresas en una renombrada facultad privada. Su apellido es muy conocido y no lo citaré en la presente por pudor más que por falta de ganas. Sólo diré, para que se haga una idea, que es probable que si nuestra relación sigue y llega al punto de legalizarse es probable que mi rostro -y el de mi novio, claro- aparezca en la portada de una revista cuyo nombre no diré para no hacer publicidad, pero que suena como a saludo.
En fin, la cuestión es que mi novio cuando va al cine se transforma.
Al principio me hacía gracia, pero ya me empieza a cargar y me abochorna de forma indecible. La cosa comenzó a hacérseme difícil estas navidades cuando fuimos a ver Harry Potter, que por cierto me parece una película monísima. La cuestión es que se disfrazó del propio Harry, se compró una gafitas tipo John Lenon y se dibujó una cicatriz en forma de rayo en la frente. Hubiera pasado desapercibido si no llega a ser por los pantalones cortos, la horrible bufanda a rayas y el búho disecado que se puso en el hombro. Pero bueno, no le di especial importancia, pensé que era una criaturada simpática y ya está. Lo malo fue cuando fuimos a ver el Señor de Los Anillos. Se disfrazó de Gandalf con una peluca y barba blancas horribles y se puso a agitar un largo palo a modo de cetro mágico durante toda la proyección. Le dio en la cabeza a tres personas. Tuve que salir de la sala llorando y ahogada por la vergüenza, pero lo peor es que no salió detrás de mí a ver que me pasaba y me pasé la peli en el vestíbulo hablando con las chicas de las palomitas mientras oía sus gritos horrendos de hechizos absurdos que provenían del interior del cine.
Cuando fuimos a ver Episodio 2, el Ataque de los Clowns -por cierto, que decepción no ver los payasos por ningún lado- fue ya el despiporre, yo pensé que le daría por vestirse de Ewan Mc Greggor que es monísimo, pero no, el muy degenerado se vistió de reina Amidala, convirtiéndose en la cuchufleta de todo mi grupo de amigos con los que vimos la peli. Para colmo al hacer el amor en su Cherokee, como cada sábado, comenzó a decirme obscenidades del tipo "mira mi espada de luz como brilla" y en el momento del éxtasis me llamó "¡Yoda!", lo cual me pareció un horror, la verdad, desde entonces no paro de mirar si tengo pelos en las orejas y estoy supertraumatizada. Nuestra relación va de mal en peor y ya ni le acompaño al cine, pero por otro lado me conviene y me da un poco de pena. ¿Qué hago? ¿Le acompaño a ver Spiderman?

Desesperada de la vida

Querida amiga:
Tener un novio freaky no es lo peor que podría pasarte, por lo que dices el chico se lo pasa pipa y su inocente filia le aporta una cierta gracia a una vida que parece bastante gris, quitando, por supuesto la extraordinaria relación que os une. Da gracias a Dios de que no le haya dado por engancharse a una sola peli y que al menos se adapte a todo nuevo estreno. Conozco algunas personas tristemente idiotizadas por antiguas pelis de ciencia ficción que basan sus tristes vidas en la búsqueda de merchandising oxidado y humedecido por el tiempo, en mercadillos mugrientos, mientras repiten frases absurdas que sólo entienden otros como ellos. No es el caso. Tu novio es un chico que se adapta a los nuevos tiempos y que puede disfrutar profundamente con los regalitos de los menús infantiles de Mc Donald's. Te aconsejo sugerirle el visionado de las nuevas producciones animadas cuyos protagonistas son tan raros que difícilmente consiga disfrazarse como ellos, en especial la deliciosa Lilo & Stitch, de Disney o la inteligentemente divertida Ice Age. Difícilmente se disfrazará de horrible extraterrestre o de mamut. Mientras pasas un buen rato frustraras sus posibilidades transformistas. Respecto a sus fantasías sexuales, deja de preguntarte si tienes pelos en las orejas y cómprate un par de zapatos de tacón alto.

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No me dejan ir a Gran Hermano

Señorito Francis:
Estoy harto de que mi pareja frustre mi felicidad. Creo que la vida es para vivirla y no quiero que mis ilusiones me las pise nadie. Verá, yo me presenté al cásting para Gran Hermano, no me cogieron pero sé que estuvieron a punto. Lo que pasa es que la zorra de mi mujer se presentó en Tele 5 con unos absurdos papeles que documentaban mi breve paso por una institución psiquiátrica tras un desgraciado incidente con mi suegro que acabó en los tribunales. Creo que no me quiere porque eso forma parte del pasado, ¿no?. Tras eso lo intenté con Supervivientes e hizo lo mismo. Por no hablar de Operación Triunfo, en cuyo cásting se presentó además llorando y enseñándole fotos de nuestros tres hijos a Nina, como para darle pena diciéndoles que no podían quedarse sin mi sueldo. Por lo visto sólo le interesa mi dinero a esta pesetera desgraciada. Como soy un tipo inteligente no le dije nada de que me iba a presentar a Popstars y, peluca en ristre, me presenté a los cástings. De momento soy reserva y sólo estoy esperando a que haya una baja para entrar en el concurso, lo cual me tiene muy emocionado. Lo que me pregunto es si la que ya imagina se presentará con el rollo de siempre, si me cogen y comienza mi salto a la fama, diciendo que soy un hombre. Creo que la persona que te quiere debe intentar que seas feliz y no frustrar tus expectativas ¿no? ¿qué hago con esta tía, la nomino y expulso de mi vida?

Capricornio por la fama.

Querido amigo:
Sinceramente creo que tu situación no es tan grave. Si realmente entras en Popstars y tu mujer desata el escándalo tienes aseguradas apariciones bien pagadas en varios programas televisivos y hasta te pueden poner fijo en nómina. Por otro lado, visto lo visto, no creo que para las próximas ediciones de Gran Hermano esos certificados de insalubridad mental signifiquen ningún problema para tu entrada en el concurso. Sin embargo he de decirte que la fama absurda no es el único modo de conseguir felicidad y dinero. Si bien es uno de los más efectivos. Te recomendaría el visionado de ED Tv, una estupenda peli -que pasó desapercibida- sobre los realityconcurshows que te dejará los pelos de punta además de pasar un buen rato. De paso es una buena oportunidad para preguntarse cómo demonios pudo engañar Hugh Grant a Liz Hurley con aquella espantosa prostituta. La clásica el Show de Truman también puede hacerte ver que no es necesario tener siete cámaras apuntándole a uno para sentir que su autoestima está donde debe estar. Lo malo de la peli es tener que aguantar a Renée Zellwiger y sus morritos insoportables durante dos horas -y pico-.
En última instancia te recomiendo que conserves tu relación hasta el momento en que puedas vender tu ruptura a alguna revista de "a un euro".

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No tengo corazón

Querido señorito Francis:
Mi problema es que mi madre dice que soy un monstruo, no físicamente, sino de sentimientos.
Nuestra vida en común se ha visto enrarecida últimamente, ya que a ella le ha dado por ir al videoclub y escoger las películas.
El otro día trajo Amelie, que es una peli francesa de una tía absurda con cara de "quebuenasoy" todo el rato que me pareció un peñazo insoportable. Tenía ganas de estrangularla cada vez que salía en primer plano mirando a cámara -el 45% de la película- y la voz en off de un locutor no paraba de decir tonterías que no tenían puñetera relación con la trama. Yo he estado en París y sé que no todo el mundo está tan zumbado. Lo malo es que se lo comenté a mi madre y me dijo que era un desalmado con lo bonita que era.
El sábado siguiente alquiló El Hijo De La Novia y de poco no me desmayo. Me pareció tan cursi y repugnante que vomité sobre la pantalla del televisor. Mi madre me volvió a decir -mientras limpiaba con la spontex el cristal- que no tenía sentimientos con lo bonita y sencilla que era la película. Que sólo me gustaban las pelis de sexo y violencia. A mi esa peli me pareció un bodrio merengado. Para colmo ahora le ha dado por comprar un DVD y está planeando comprarse La Vida Es Bella, Cinema Paradiso y un montón más de pelis que en su momento ya me revolvieron el estómago. No se que hacer, me estoy planteando irme de casa pero me da pena por la pobre mujer. Mi padre no dice nada pero por su cara cuando vemos las pelis puedo presuponer que le pasa como a mí, sólo que él no puede irse de casa y no se atreve a comentarlo.
¿Soy un desalmado?¿necesito terapia? ¿se esconde un serial-killer en mí?

Amelie hater.

Querido amigo:
No estás solo. Aunque una especie de epidemia parece haberse cebado entre nuestros conciudadanos, no a todo el mundo le gustan este tipo de películas. Parecen haber surgido en respuesta a una mal asumida necesidad de creerse bueno que ha llevado a guionistas y productores a la creación en series de pelis "de buenísimos" en las que, en nombre de una supuesta ternura se nos endiñan personajes de cuento chino y tramas increíbles y ñoñas dignas de un culebrón protagonizado por los Teletubbies.
Para que una película sea bonita no hace falta que se utilice merengue y personajes megabuenos que parece que ni vayan al baño a defecar. Querido sufrido, la gente NO ES ASI, la gente así NO EXISTE, pero por alguna razón hay un sector de neuronas en el cerebro susceptible de conectar con ese tipo de personajes y presuponer que tienen algo de poético, ejemplar, tierno, y no se cuantas cosas más. El colmo es cuando se disfraza el producto con la pretensión con que se hace en Amelie. Encima hay quien dice que es una obra maestra, porque se trufa el guión con treintaidos pretendidas mediotramas y "originales" efectos visuales.
El drama del asunto es que ha llegado un momento en que si a uno no le gustan estas pelis te ves forzado a dar mil excusas del poqué no te gustan o disimularlo con muchos "si, está bien, pero..." a riesgo de que te miren como si comieras niños asados.
Te recomiendo el visionado de verdaderas películas en las que el bien, la bondad, o lo hermoso no se publicita al estilo "fast food" y queda implícita en lo sucedido. No te daré un listado -que sería inacabable- pero si te recomendaré un tratamiento de choque ante la posible nueva sesión de merengue con sirope de fresa que te ofrezca tu madre. Acto seguido mete en el video Scarie Movie (1 ó 2), Zoolander o ves a ver Los Tenenbaums, Una Familia de Genio si es que decides ir al cine.