Kill Rock
Stars es mucho más que el sello que nos trajo
a Sleater-Kinney y nada parecido a un nido de chicas
punk despechadas: la firma de Olympia se ha propuesto
expandir los confines del indie y desprejuiciarnos
a todos por el camino, y a ese respecto valen igual
las reediciones de bandas malditas de finales los
setenta que los nuevos fichajes de pop vanguardista,
punk adrenalínico o folk de porche y mecedora.
Olvídate por un rato de dónde vienes
y a dónde vas y date un paseo por este afortunado
cruce de tantos y tan diferentes caminos. |
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