Essential Logic | "Fanfare in the Garden" | Kill Rock Stars


Hay quien podría acusar de oportunistas a la tropa de Kill Rock Stars por poner en circulación Fanfare in the Garden, una completísima retrospectiva del combo de postpunk Essential Logic, en medio del actual revaival del género, pero la tarea espeleológica de recuperar grandes bandas de aquel fértil periodo creativo no es nueva para KRS: hace dos años, cuando el postpunk era una etiqueta de la que mucha gente huía como de la peste, el sello de Olympia ya editó una panorámica en doble cedé de la seminal banda suiza Liliput. Reticencias y acusaciones ilegítimas aparte, el trabajo de Susan Whitby -más conocida como Lora Logic- al frente de Essential Logic pedía a gritos una reedición: resultaba terriblemente injusto que una de las musas indiscutibles de la no-wave permaneciera prácticamente inédita en disco compacto, así que la publicación de un recopilatorio era una verdadera cuestión de justicia divina. Este doble compacto compila 35 temas de la seminal banda inglesa capitaneada por Lora en el que fue su proyecto alternativo tras la disolución de los imprescindibles y mucho más conocidos X-Ray Spex, y en su abultada lista de canciones encontramos piezas de pop de vanguardia que remiten por igual a las Slits, las Raincoats o las afromencionadas Liliput y a bandas más comerciales como Scritti Politti o Tom Tom Club. Sirva como ejemplo el tema que da título al disco o piezas algo más afiladas como Quality Crayon Wax O.K., poderosas razones con las que realizar de que la no wave, además de expandir hasta cotas insospechadas las competencias del punk, dio lugar a brillantes trabajos pop.

The Decemberists | "Castaways and Cutouts" | Kill Rock Stars


Tuvimos una discusión sobre lo que supone ser una pareja. Ella habló de responsabilidades adquiridas, habló de reciprocidad... Hizo una analogía interesante sobre unos barrotes, sobre cómo se ven las cosas del mismo modo desde dentro y desde fuera de una jaula. De vuelta a casa mi fantasma me esperaba sentado en el regazo de mi cama, con su habitual rictus de reproche y su aspecto pensativo. La primera entrega en formato largo de los Decemberists, Castaways and Cutouts, aguardaba en la pletina de mi equipo uniéndose al sentimiento de desaprobación que parecían exhalar todos los objetos a mi alrededor. Con la vana intención de escaparme de dos sitios distintos en una misma dirección (de mi cansancio y de mis remordimientos) pulsé play y me tumbé en el suelo. Empezaron a sonar sinfonías firmadas por el Mayor Tom en un cuatro pistas con el acompañamiento de un acordeonista alienígena de tres brazos, y recorrieron la habitación en un desfile con predilección por los marrones, el otoño y las tristezas medianas: una a una, diez canciones fueron llevándome de la mano por caminos que desconocía hasta un rincón confortable del bosque donde las palabras vertidas por los dos unas horas antes quedaban demasiado lejos para poder ser escuchadas. Pensé en llamarla y en Neutral Milk Hotel, en olvidarme de todo y en volver a escuchar el último disco de Wilco, pero al final me incorporé sobre mis codos y miré de frente a mi fantasma. Sus pupilas semitransparentes estaban desdibujadas por efecto de lo que parecía ser una lágrima furtiva, así que aproveché su extraño momento de flaqueza para hacerle una pregunta directa y sin concesiones. "Grábaselo en un CD-R", respondió.