A nadie se le escapa que 2003 ha sido el año del afianzamiento del revival postpunk. Como ocurre con las premoniciones bíblicas, son muchos los signos que nos han anunciado el asentamiento de este second coming: por un lado el regreso triunfal de Wire, por otro las desorbitadas expectativas que ha despertado entre el critiqueo el inminente segundo largo de The Rapture y, por último, las huellas de este género ensuciando algunas canciones del que se considera el gran disco del año, el Elephant de los White Stripes (escuchen sino The Hardest Button to Button). El dúo que conforman Kevin Disco y Matt Howze, conscientes de este filón, presentan con su proyecto Dance Disaster Movement unas inmejorables credenciales para ponerse a la cabeza de este nuevo punk de vanguardia: We Are from Nowhere, su disco de debut, se sirve de las soflamas punk de Suicide y de un envoltorio musical a lo Liquid Liquid para construir ocho rompepistas que, sin dejar de encuadrarse en el ámbito de la música confrontacional, resultan endiabldamente bailables y adictivos. De la coreable I Want Your Sass, toda ella una suma imposible de sintetizadores, berridos y complicados patrones rítimicos, a la explosiva Seizure, el trayecto propuesto por este excelente debut deja a quien lo recorre tan exhausto como satisfecho.

The Kills | "Black Rooster" | Dim Mak Records | 2002

Los chicos de Dim Mak Records podrán contar algún día a sus nietos que una de las sensaciones del revival garage de principios de la década de 2000 dio sus primeros pasos en su sello. Esos mismos nietos, que probablemente serán niños bohemios con vistosas crestas, tendrán almacenada a la banda que nos ocupa, The Kills, en el directorio de viejas glorias del rock sudoroso, y sus temas en formato comprimidos cohabitarán con los hits pretéritos de los Rolling Stones, la Velvet Underground y Royal Trux. No en vano, los cinco cortes de Black Rooster, el EP de presentación de esta banda de Florida, pueden alinearse junto a las creaciones de bandas pretéritas del rock sin problemas: Cat Claw es un hit en toda la dimensión del término, y el siguiente corte, Black Rooster (Fuck and Fight), le va a la zaga con un desarrollo que recuerda poderosamente a la banda que capitanearon en los sesenta Lou Reed y su excelencia John Cale. Los tres cortes restantes, no tan inmediatos pero igualmente explosivos, acaban de armar un aparato que, con el mayor respeto hacia las grandes bandas del género por antonomasia, proponen nuevos riffs y nuevas proclamas con las que mantener viva la llama de la rock and roll way of life.

Soledad Brothers | "Live" | Dim Mak Records | 2003

Los discos en directo han sido siempre toros difíciles de lidiar: la experiencia de la música en vivo, que para muchos melómanos supera con creces la aséptica y poco participativa escucha de una grabación de estudio, es tan amplia e inabarcable que resulta imposible encerrarla en un disco como quien destierra a un genio a una lámpara maravillosa. La grandeza de un live recording está en acercarse lo más posible a la magia de un concierto, y el oyente nunca debe exigir que recree hasta en sus detalles más insignificantes la vivencia de tener a una banda tocando a metro y medio. Aceptando este axioma, el disco en directo de la celebrada banda de blues Soledad Brothers es un excelente añadido a la discografía de este dúo de la ciudad de Toledo, Ohio. La grabación, de marcado caracter lo-fi, compila las canciones más celebradas de los dos discos publicados por la banda hasta la fecha en siete interpretaciones mucho más directas y adrenalínicas a sus versiones de estudio, y en ellas, las inperfecciones inherentes al directo hacen ganar enteros, por auténticas y sucias, a joyas como Stand Up o Going Back to Memphis. Si no pudiste presenciar su homenaje en clave garage a la música de Cream, Canned Heat y los Allman Brothers en su reciente visita a Barcelona, conténtate con esta postal de factura regular pero casi casi igual de intensa.

Panthers | "Let's Get Serious" | Dim Mak Records | 2003

Las ínfulas intelectuales no se han llevado nunca del todo bien con el punk; por motivos que se me escapan (igual es cosa de las crestas...), llevar un inperdible en la solapa y citar en tus letras manifiestos de vanguardia no ha de llevarte más que ha recibir golpes, botellazos y, a la postre, puntos de sutura en las partes más insospechadas de tu anatomía. Los Panthers, que si bien no fueron agredidos físicamente, sí recibieron un importante barapalo por parte de la crítica con su LP de debut, Are You Down?? [Troubleman Unlimited; 2002], parecen haber aprendido la lección y en este Let's Get Serious, adelanto de su segundo larga duración, abandonan el punk de trazas hardcore para abrazar el tan en boga dancepunk que popularizaron el año pasado los neoyorquinos Liars. De este modo, sus cinco nuevas composiciones tienen bases rítmicas más complejas y líneas de bajo más marcadas en un viraje hacia la pista de baile que acaban de afianzar unas composiciones más directas y desenfadadas. Destacan la inicial Thank Me With Your Hands y el cierre magistral a cargo de Don't Be a Dick, sin duda dos hits con los que completar un póker de clásicos modernos junto al House of the Jealous Lovers de The Rapture y el Dance to the Underground de Radio 4.

Paradise Island | "Get Up" | Dim Mak Records | 2003

Erase Errata, aún inéditos en nuestro querido país de vacas, fueron junto a The Faint una de las formaciones insignia del revival synthpop, género al que insuflaron nueva vida mediante unos certeros acabados no wave. Su disco de debut, Other Animals [Troubleman Unlimited; 2001], era una suma imposible de hits aguerridos tan devotos de Siouxsie & the Banshees como de Teenage Jesus & the Jerks que granjeó a la banda una excelente reputación, una gira antediluviana y una merecida popularidad en los confines del underground. La líder de la banda, Jenny Hoyston, se estrena en solitario bajo el alias Paradise Island con este Get Up, single de adelanto de su primer largo: con un enfoque más minimalista al de su grupo de procedencia, sin duda condicionado por el hecho de que se trata de un proyecto unipersonal emprendido por Hoyston para dar salida a sus composiciones más marcianas, los tres temas de este aperitivo parecen venir firmados por unas Slits más perversas o por una imposible colaboración entre las Raincoats y This Heat. Así, la relativa accesibilidad del excelente tema titular se ve compensada por Getup y Monster Boogie, dos experimentos dispersos de pop minimal en los que desfilan instrumentos tan insospechados como el ukelele. Para mentes inquietas del redil pop que quieran ver hasta qué punto puede desvestirse una canción sin dejar de serlo para convertirse en una suma aleatoria de sonidos.

Pretty Girls Make Graves | "s/t" | Dim Mak Records | 2002

Pretty girls make graves son, junto a The Kills, los dos grupos que, tras darse a conocer a través de Dim Mak Records, han conseguido contratos más jugosos con discográficas de primera división: si los segundos han dado con sus huesos en Rough Trade, la banda que nos ocupa ha pasado a engrosar las filas de la mítica firma Matador, a través de la cuál lanzarán en breve el que ha de ser su segundo larga duración. En su EP de presentación, esta banda de Seattle, en la que milita un ex-Murder City Devils, presenta las credenciales de su sonido: emocore intenso en el que cohabitan las enseñanzas de Drive like Jehu y Sleater-Kinney con la sensibilidad nada sensiblera de Rainer Maria. Sus cuatro temas, antesala de lo que nos iba a deparar uno de los mejores discos del año pasado, Good Health [Lookout; 2002], son adictivos remiendos de poprock y hardcore de los que sirven igual para descargar las tensiones de un día tedioso que para poner a saltar como locos a los indiekids congregados bajo las luces de colores de cualquier club. Demostrando que hay vida en el rock cantado por chicas más allá de la santísima trinidad que conforman Corin Tucker, Carrie Brownstein y Janet Weiss, Pretty girls make graves no parecen condenadas precisamente a la tumba, sino a ser una de las puntas de lanza del indie norteamericano en años venideros.