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· Mus | "El Naval"
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· Sr. Chinarro | "La tapia de ..."
· Sr. Chinarro | "Cobre Cuanto ..."
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Emak Bakia | "Frecuencias de un rojo devastador" | Acuarela Discos | 2003

Emak Bakia se enfrentan a un nuevo paso hacia adelante en su corta pero estimulante carrera. Abel Hernández y Coque Yturriaga (ambos componentes de Migala) y David Fernández (ex-Aroah y actualmente en A Room With a View) llegan con su "Frecuencias de un rojo devastador" (Acuarela, 2003) bajo el brazo . Después de "Jane" (Acuarela 1999) y "Un cuerpo extraño" (Acuarela 200), (trabajos en los que despuntaban remalazos de calidad incuestionables) en este trabajo nos encontramos con catorce temas que afortunadamente van poniendo el listón cada vez más alto. A medio camino entre la experimentación, el post-rock, la acústica con tintes folk, la banda sonora, la electrónica y la indietrónica, Emak Bakia nos ofrecen una especie de tratado para mentes inquietas y abiertas que estén dispuestos a seguir un itinerario que a nosotros se nos descubre como atrevido pero fascinante y que se resume en parte en una especie de corta y pega que forman un puzzle sonoro de lo más sugerente y cautivador. Un trabajo que parece tomar vida y desarrollarse por si mismo a cada nueva escucha. Algo para no aburrirse precisamente sinó para escuchar atentamente e ir descubriendo poco a poco la complejidad de su entramado.

Un entramado predominantemente arisco, frio y teñido de cierto oscurantismo, especialmente en esos temas donde predomina la electrónica más pura y dura. Esto lo podemos ver en "Una guerra muda", en ese loop interminable en el que se transforma "Revelación en clave", en la inquietante y fascinante "Juguetes en sus manos", en "Tormenta de ruido de rojo", en la martilleante y juguetona "Kernel frequencies", en la distorsión de "Una guerra muda".También podemos encontrar calidez e introspección como en "La telaraña de tus ojos" o "Vista aérea del viaje a Tsukiji" (los más claros ejemplos y en cierta medida las notas descontextualizadas de este trabajo), sin dejar de lado "Líneas de Código de Karaoke" que deriva en una especie de vals marciano pero a la vez cercano. Aires cinematográficos, a lo Blade Runner en "Voz de radio virtual en la casa de las afueras" que acaba recordandonos a Boards of Canada y en esa especie de score que es "Como rayos de otro cielo". La indietrónica minimalista se hace un hueco en el excelente tema que da título al trabajo. Una canción que parece que nos quiera hacer bailar de manera perezosa y bajo una melodía que más bien parece una especie de adagio de lo más triste. En "Buscando indicios, comprobando redes" crean espacios abiertos con esos teclados admosféricos ya habituales en los trabajos del grupo madrileño. En la corta (como la mayoria de temas de este trabajo) "Ruido y curiosidad en el exterior de Akai Bôru" realizan un discurso sonoro que nos recuerda a Piano Magic y nos martillean con una melodía de juguete que bien podría utilizar hasta la mismísima Björk.

En definitiva, un excelente muestra de que con imaginación y atrevimiento en nuestro país podemos estar a la altura de figuras consagradas de allende fronteras. No en vano gente como Thalia Zedeck, Ian Crause o los mismísimos Piano Magic sienten admiración por el trabajo de Emak Bakia. Este disco se merece que lo guardes un sitio de honor en tu estantería de CDs. Creemos que junto con el "Cocking in the larder" de Sésamo se puede convertir en lo mejorcito que se ha parido en territorio patrio en este estimulante hasta el momento 2003. Una alegría. Y que siga.



por : Joan Casulleras y Rafa Piera

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Emak Bakia | "Un cuerpo extraño" | Acuarela | 2002


No voy a deciros una gran cosa si os cuento que algunos proyectos paralelos de componentes de grupos excelentes son en ocasiones una absoluta jerna. La explicación más recurrente, si bien me imagino que existirán otras muchas igualmente válidas, es que los músicos que, sintiéndose algo encorsetado en su banda primigenia, deciden canalizar el resto de sus ideas a otro proyecto creado para la ocasión, en muchas ocasiones meten la zarpa precisamente por su voluntad expresa de ir en contra de lo que habían puesto en pie con anterioridad. Pero en el caso que nos ocupa, el último EP de Emak Bakia, no nos enfrentamos ni a una ruptura drástica con lo que postula la banda a la que dos de sus miembros pertencen, Migala, ni muchísimo menos a una jerna. ¿Es por ello casi todo lo que acabo de decir una soberana estupidez? Puede ser...

Sea como sea, lo que nos encontramos en los cuatro temas que conforman este 'cuerpo extraño' son paisajes cinematográficos construídos entorno a líneas melódicas simples y repetitivas, un fraseo cansino en inglés y, lo que supone la principal diferencia respecto al sonido de Migala, apuntes electrónicos a la manera de Labradford o de la Third Eye Foundation. Aunque los desarrollos son en algunos casos algo lentos, con un par de temas alargándose exasperantemente más allá de la barrera de los ocho minutos, los sitios a los que nos llevan Emak Bakia transmiten una sensación de calma tensa que sin duda hará las delicias de los amantes del post-rock. Si a eso le sumamos un artwork cuidado y los cameos de Thalia Zedek y el ex-Piano Magic Miguel Marín, tenemos en nuestras manos un artefacto cien por cien aprovechable; veintisiete minutos de ingravidez emocional y latidos analógicos.


por : ivan

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Manta Ray | "Estratexa" | Acuarela | 2003

Hay en el mundo una serie de grupos que no paran de sorprender a sus seguidores, grupos que mutan, que cambian de piel constantemente y que no pueden parar quietos, experimentando y creciendo como músicos. Dentro de esta extirpe de grupos están Manta Ray el único grupo del estado español capaz de sorprender a cada nueva entrega.
Después de sus dos últimos discos en solitario “Pequeñas Puertas…” y “Esperanza”, dos discos donde los grandes desarrollos y la búsqueda de la belleza en las melodías habían llegado a su cenit, nos entregan este “Estratexa” (estrategia en Asturiano).
“Estratexa” es un disco donde la rabia sustituye a la belleza y la inmediatez y la concisión a ritmo casi marcial sustituye a los desarrollos; “Estratexa” es un disco primitivo, visceral, que surge de las entrañas y golpea al oyente con la contundencia de unos Fugazi (sí han leído bien Fugazi, ya que este disco no desmerecería en una discográfica como Dischord) donde la música se convierte en un vehículo de denuncia de lo que sucede en el mundo, pero sin caer en la demagogia ni en la futilidad de la canción protesta, donde como dice el propio Xabel Vegas “hemos creado un discurso de guerrillas musicales”.
Desde el principio con “Take a Look” este disco da miedo y “Estratexa”, “Que Niño Soy” y “Asalto” son de una intensidad claustrofóbica, solo “Añada” en mitad del disco da un pequeño respiro, aunque si la escuchas detenidamente te das cuenta que solo baja el volumen no la intensidad, para continuar con “Monotonia”, “Another Man” y “Ebola” donde con unos títulos que lo dicen todo la sensación de angustia vuelve a aparecer. Solo al final con “Rose Parks” (dedicada a la primera mujer negra que se sentó en los asientos para blancos en el transporte público del sur de EEUU) y “Ausfahrt” encontramos restos de los Manta Ray más reflexivos y enigmáticos.
Habrá quien piense que este es un paso atrás en la carrera de Manta Ray, pero es todo lo contrario, por coherencia entre música y mensaje, por concisión y concreción este disco supone un gran paso adelante.



por : manel

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Migala | “Restos de un incendio” | Acuarela | 2002

Si Migala rodaran películas del oeste en vez de grabar discos de nuevo country alternativo, “Restos de un incendio” sería el remake de “Arde”, su segunda parte y el resumen de los capítulos precedentes, todo en uno. En plena vorágine de su conquista del público americano, puede permitirse sin duda el ahora septeto madrileño unos momentos de nostalgia y de recapacitar, que han dedicado a volver a grabar unas cuantas de sus mejores canciones. El incendio al que hace referencia el título es el de la composición de aquel “Arde” que primero publicó Acuarela y luego quiso reeditar Sub Pop, así como su posterior defensa sobre los escenarios europeos. Podrían estar hablando de cualquier otro momento de agitación, o del precioso fuego que sintieron Low antes de su “Things we lost in the fire”. Todas las historias tristes se parecen. Y aquí, en esencia, la historia vuelve a ser la misma: la de un vaquero que entra en un saloon casi desierto, se acerca a la barra, se pide un whisky y se dispone a esperar que llegue el malo para provocar un riña y matarlo de una vez en duelo, pero el malo no aparece nunca, ni llega la mujer de la película; ahí pasa la noche el vaquero, copa tras copa, junto a un juke-box que alterna canciones de Leonard Cohen y grupos de guitarras desbocadas como Explosions in the Sky, bajo un televisor de donde van saliendo diálogos sin sentido, que podrían adquirirlo de repente, o permanecer enigmáticos toda la vida. Cigarro tras cigarro, el vaquero va pensando: en la línea que une a los Tindersticks con Arab Strap y en cómo la entonación de Abel Hernández encaja cada vez más naturalmente ahí dentro, en porqué están vacías todas las piscinas de la región, en cómo volverá a amanecer dentro de un rato en la carretera, pero nada borrará de este planeta el color gris. En fin, en todas esas cosas que los seguidores de Migala hacen como nadie. Para ellos el placer de recorrer “Restos de un incendio” situando los temas originales: percatarse de que “Tiempos de desastre” es “Times of disaster” depurada de sus pequeñas gracias de post-producción; darse cuenta de que “La espera” ha sido bautizada aquí “El retraso”, es ahora menos etérea y mucho más parecida a una futura canción de Mogwai si Nick Cave se fuera mañana a tocar el piano a Mogwai; saludar a “Last december”, aquella viñeta lo-fi que en 1997 (en el debut de Migala, “Diciembre, 3 a.m.”) sonaba a simpática cara B de Will Oldham y encontramos aquí ya hecha una señora canción, que habrá que apuntar en la lista de los grandes himnos a lo que se llevó el fuego. Tan negro como siempre, el nuevo de Migala suena, pues, mucho menos amateur que nunca y más directo. Como si hubieran decidido que, quizá, no es imprescindible para grabar películas del oeste desenfocar la cámara. Carajillo western en technicolor, volumen primero.



por : gloria

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Mus | "El Naval" | Acuarela | 2002

Con "Zuma" y "Pigaz", Mus ya demostraban que aportaban algo distinto a todo lo que se hacía en España, incluso distinto a la efervescencia noise que había llegado de Asturias. Por aquel entonces, los resultados quizas no eran del todo óptimos. Tampoco "Fai" (Acuarela, 2000) resolvía las dudas, aunque los momentos de brillantez eran ya más que notables. Se hablaba de Angelo Badalamenti y las bandas sónoras en general, de lentitud y atmosferas antes que llegaran (o se establecieran) Úrsula o Bálago. "El naval" aporta mucho. Una cierta aproximación al folk (joyas como "Quien bien te quier") lo hace más terrenal que su predecesor, con momentos como "Embalses y rios", lo más cercano al pop que hayan firmado el dúo asturiano, sin dejar de lado sorpresas como el guitarreo de "Cuesta". Quienes quedaran totalmente encandilados con su predecesor, encontraran temas como"Casería" o "Casi ensin cerrar los güeyos", esta última con un cierto aire a Low. Como era de esperar, hacen algo totalmente a lo que puedas escuchar aquí, pero no puede haber excusas: no entrar en "El naval" es negarte la entrada a un mundo que puede ser muy, muy especial.



por : jordiet


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Refree | "Quitamiedos" | Acuarela | 2002

Raúl Fernández posee una personalidad voluble que le ha llevado a encabezar proyectos tan experimentales como Élena o Romodance. Así que tomando éstas directrices, se encerró en su estudio de Julio a Noviembre del pasado año para engendrar a este nuevo ente que ha tomado caminos autónomos y paralelos dentro de la escena musical de nuestro país.

En Quitamiedos, Raúl ha intentado desatar a los demonios que llevamos todos dentro para así poder exorcitarlos de la manera más fácil posible y librarnos de éstos a través de unas composiciones de tintes atmosféricos, de gran melancolía y distorsión, y de unas letras bombeadas directamente a nuestras estupefactas sienes.

Ha producido, compuesto y masterizado el álbum, además de tocar la guitarra, y ha contado con la colaboración de gente de la talla de Françoiz Breut, que en el disco canta en castellano, o de componentes de sus dos otras formaciones.

Talento a raudales no le falta, a este barcelonés que pone todo su esfuerzo y empeño en ofrecernos algo nuevo, original, que a la vez haga replantearnos las cuestiones que de tanto en tanto nos atormentan, buscando entre los rincones más oscuros de la incógnita de nuestro extraño ser.



por : sandra

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Sr. Chinarro | "La tapia de perejil EP" | Acuarela | 2002

Escribir sobre el último artefacto de Antonio Luque, el EP La tapia de perejil, es la clase de tarea en la que el crítico puede verse apresado por los dientes de un enorme cepo de caza; dejénme que me explique: reseñar a Chinarro puede conseguirse apelando a tantos y a tan diversos tópicos que, si uno se descuida, la crítica puede convertirse en una soberana y redundante estupidez. Así que vamos a saltarnos lo de citar a qué personajes de la actualidad nacional ha colado esta vez en sus letras o aquello tan trillado de sacar a colación la más surrealista de las frases vertidas en estas cinco nuevas canciones y limitémonos a señalar que Luque sigue en La tapia de perejil la misma senda que ya seguía en sus últimas referencias, esto es, ambientes instrumentalmente saturados y líricamente muy muy bizarros. Supongo que habrá quien les encuentra a estas canciones un rincón en su ajetreada rutina musical pero, personalmente, se me hace difícil imaginarme en uno o dos días revisitando el digipack amarillo chillón en que viene ensobrado este compacto para 'alegrarme' el día con don Antonio recitando cansinamente que está un poco hasta la moña de todo... Una de dos: o el crítico no tiene tripas o este entremés de Chinarro no tiene demasiada sustancia, va savoir!



por : ivan

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Sr. Chinarro | "Cobre Cuanto Antes" | Acuarela | 2002

El kiosco de la campana. El ABC y Cobre Cuanto Antes. En la NASA hay un telescopio para hacer una foto al origen del universo y aquí un pollo flamenco haciendo versos de andar por casa. Al pollo flamenco le voy a poner Luque y al conejito, Plug In.

Vuelve Sr. Chinarro y no es el payaso de la tele sino Antonio Luque, poeta abstracto de lo urbano y de lo cotidiano, cantando a la gente del terreno, a los capillitas (especímenes típicamente sevillanos) borrachines, a los atunes de Zahara, a Planck , al efecto Doppler y a las misses que no saben nada de Prusia. Después de un paseo por el lado más post de la vida, este disco recuerda a la etapa del porqué... y del noséqué... Y es que vuelve el pop, aunque la guitarra siga distorsionada y el ambiente se condense con capas de acordeón y violín, ninguna de las canciones llega a oscurecerse demasiado, y en casos como “NH3 light”, “Respuestas para misses” o “No vale reírse de los solos”, hasta brillan (hablando en términos lumínicos). En cuanto a las letras, Antonio ACD Ramón se marca unas crípticas y particulares greguerías, rayanas al surrealismo, “..arrugas de tortuga despacio vienen del gimnasio a protegerte...”, que como los chistes o la poesía, si se explican, pierden todo su arte. Cada canción no es más que la suma de unas frases cuya asociación tiene su más probable origen en el subconsciente chinarro, frases que se van adaptando a la melodía y en las que, claramente, se busca más la musicalidad que el significado “...entre azulejos escayolados, cayó a este lado...”. Con los discos de Sr. Chinarro ocurre como con las películas de Lynch, se disfruta de ellas, no acabas de entenderlas nunca, pero gustan, y ésto redunda en un discreto placer intelectual, el mismo que nos hace un 30% más felices. Vean, perdón, escuchen, las diez canciones de este “Cobre Cuanto Antes”, que defenestrado el niño gusano zaragozano, hay que lograr que no se extinga la originalidad de este pollo flamenco sevillano. Genio y figura.



por : Tiago Cotes

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Sr Chinarro | "La primera ópera envasada al vacío" | Acuarela Discos | 2001

Personalmente, si tuviera que realizar una compilación al uso de canciones y grupos que definieran de algún modo la trayectoria que la música "indie" española ha seguido en estos últimos años, Sr.Chinarro estaría presente, sin duda. No seria por razones de estilo, ni por permanencia en el panorama musical, más bien se debería a causas subjetivas (por cierto cariño a alguno de sus temas) y de actitud del propio protagonista de este artículo. Hablar de Sr.Chinarro es hablar de Antonio Luque, personaje con un mundo propio reflejado en cada una de sus canciones, relatando personajes e imágenes con trazos surrealistas, pero reales como la vida misma. Letrista y compositor con pretensiones de ser anónimo sin conseguirlo, enmascarado bajo el nombre de un grupo, de cuyos miembros, disco tras disco (y van 5 largos y 7ep's, + o -), solo él permanece en los créditos... Este mes nos ha llegado el que seria su último trabajo, siete temas bajo el lema: "La primera ópera envasada al vacío"... título curioso para un curioso disco... La verdad, este disco sorprende por la seriedad y amargor que los temas expresan, hay poco espacio para las alegrías, se perfila tristeza, densidad, alcohol, días de lluvia y melancolía, quizá adquirida tras la última colaboración de Luque con Migala en su ep conjunto de tributo a The Cure es un ambiente que recuerda a Tindersticks pero bajo el prisma propio de Sr.Chinarro. Temas con instrumenta- ción de sección de cuerda latente (cello, viola y violín) y susurros, tarareos, gallos y guitarras gimiendo por los días grises, con, quizá, menos cinismo e ironía que en trabajos anteriores. Menos mal que en el último tema ("Merche*") unos teclados, recuerdos y un nombre de mujer nos deja cierta sonrisa agridulce en la boca.



por : alfonso

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Vitesse | "What Can Not Be, But Is" | 8/10/01 | Acuarela "All Is Dream"

Resulta extraño, te gusta un sonido determinado, te hablan maravillas de Vitesse pero no te compras nada de ellos; luego al cabo de un tiempo escuchas una única canción y te enamoras, te vuelves loco. Vitesse esta dentro de esta situación, cautivadores, exponentes de una alta finura. Estamos aquí para presentarte la tercera entrega del dúo americano. Si te gusta cerrar los ojos, valorar tus defectos, superarlos de una manera subjetiva, "What Can Not Be, But Is" es el terreno ideal para que tu cuerpo desnudo reciba dosis de humildad, aunque no necesitas transformarte. Canciones que consiguen lo que pretenden, agradar y agradar. Te queda una sensación positiva similar a la que enseñas después de haber visto el film Amelie. Los tres cdÕs de Vitesse mantienen unas constantes obvias con una distinta producción muy loable y progresando el grado de maduración. La música que escuchas es para devoradores del buen pop, de las esencias más queridas de los ochenta, tecnopop de impacto directo y con unas letras marca de la casa, preciosas.

El cd álbum dura casi 38 minutos y se abre con la bailable "A statue on easter island" perfecta para mezclar con "Perfect Kiss" de New Order. Un tema con diversos niveles que te hace despegar. "The Writing on the wall" tiene uno de los inicios más commovedores del cd y me recuerda a las iglesias. "Late Morning" suena más casera, ideal para mezclar con Technicolor o Dar Ful Ful, por decir dos bandas y cabe señalar que dispone de una segunda voz femenina. Otro tema que eleva el cariño a Vitesse. En el cd hay dos versiones, "2nd Thought" de OMD y el gran tema de Bruce Springsteen, "Unsatisfied Heart". A ver sí pronto versionan el "Tunnel Of Love" de Bruce. Las dos versiones están tan bien hechas hasta el punto que este disco me conquista hasta en los estados de malhumor, tarea nada fácil. "A Way To My Redemption" recuerda al disco "Chapter IV" remixes de la formación Trisomie 21 con el espíritu de Magnetic Fields. Otro lóbrego y claramente tema a repinchar es "Starlight" con una base muy provocadora que recuerda al "Everyday is like Sunday" de Morrissey. "Understand" es barroca y con bases envolventes que salen de los altavoces.

Esta tercera entrega de Hewnson Chen y Joshua klein no hace más que alargar la desesperación por desmayarme en sus conciertos que deseo desde el momento que Vitesse se cruzaron en mi camino. Si tienes un lado noble o eres poco valiente o lo crees o necesitas sentirte muerto en el mar vete a la tienda a comprarlo ya y todos los días serán domingo.



por : bluetonic

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The Zephyrs | "A Year To The Day" | Setanta | Acuarela | 2003

Es curioso, a veces la música hace que la percepción que tenemos del tiempo se distorsione, haciendo de él algo elástico que podemos alargar, o acortar, a gusto de cada uno. O eso al menos es lo que algunos iluminados como los hermanos Stuart y David Nicol pueden hacer a través de sus composiciones, que el tiempo se ralentice.

Las canciones de The Zephyrs nacen con los tempos pausados, melodías preciosistas, arreglos orquestados y dulces guitarras, definiendo un sonido propio y transportándonos a imaginarios escenarios donde el tiempo transcurre aletargado pero implacable.
Y es que "A Year To The Day" (Un año hasta hoy), tercer larga duración de The Zephyrs, representa un largo año de trabajo, pero también muchos cambios para la banda, tanto de formación, como de sello y contrato, al quebrar su anterior discográfica, lo que significó un parón y vuelta a empezar. Pero el apoyo brindado a la banda por miembros de Super Furry Animals o Mogwai y el hecho de haber encontrado un nuevo hogar en Setanta, hizo que la adversidad se transformase en inspiración, haciendo de este disco una nueva joya del space rock, que transporta el lado más oscuro de country a las costas escocesas, añadiéndole unas dosis de majestuosidad y psicodelia.

Los diez sugerentes temas que componen éste álbum representan una nueva apuesta de The Zephyrs en su juego por estirar el tiempo, con el que consiguen que al finalizar su escucha te de la sensación de que incluso acaba demasiado pronto. Ahhhh! El tiempo...



por : mikel

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VV.AA: "Acuarela Songs" | Acuarela Discos| 2001

Siguiendo la buena tradición que venia de "Brumario", Acuarela entrega otro recopilatorio. Y en este caso, tenemos concepto de por medio: canciones que, o bien en su título o en su letra, contienen la palabra "acuarela". A primera oida, llama la atención que dicho repaso al espiritu del sello recaiga mayoritariamente en el lado más americanizado del sello, sin que servidor mencione esto en tono despectivo. No seria justo, porque entonces lo que nos llega en este recopilatorio es un buen puñado de momentos a recordar. En los nombres más conocidos, tenemos ciertas sorpresas: unos Mojave 3 mucho más joviales que en "Excuses for travellers", un Mark Eitzel oscurecido y usando bases electrónicas, unos Dakota Suite presentando un instrumental dominado por los vientos. Futuros fetiches también seran los inéditos de Matt Ward y Howie Gelb, en su terreno en versión acústica. Así, entre interesantes momentos por parte de artistas ya conocidos del sello (Aroah, Nacho Vegas o Emak Bakia), se cuelan muestras interesantísimas de referencias menos conocidas, como Amor Belhom Duo o el precioso instrumental de The Empty House Cooperative. Un doble cd que enganchará a los oidos más americanizados pero que debe ser recomendado muy ampliamente.



por : jordiet


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Acuarela Songs 2 | "VV.AA" | Acuarela | 2003

Las cosas como son, este recopilatorio que se han marcado desde Acuarela impresiona. Por si no hubiera quedado suficientemente claro, el poderío indie de este sello con el doble Acuarela Songs, ahora se marcan un triple, treinta y nueve canciones, exclusivas, inéditas y dedicadas. Un homenaje en toda regla para un sello que frisa los diez años. El leitmotiv, el mismo que el del año anterior, el término acuarela.

Acuarela, pintura realizada con colores diluidos en agua. La característica que distingue a la acuarela es su transparencia; la superficie del papel resulta visible a través de sus finos colores, creando un efecto velado. De ese efecto velado saben mucho los artistas invitados, del arte de insinuar, niebla y bruma tejidas con cuerdas de guitarras y chelos (Encre, Natural Snow Building), cielos que descargan truenos a golpe de batería (Lisabö), rock íntimo (Thalia Zedek) o rabioso y combativo que anuncia tormenta (Experience), espesos follajes instrumentales (Manta Ray) que esconden hermosas composiciones folk, sencillas (James William Hindle) e hipnóticas (Don Nino). También se pueden contemplar paisajes más cálidos, más coloridos, más pop, pop ensoñador (L’Altra, The Zephirs), melancólico (Guimo), clásico (Amor, P:ano), o techno-pop (Vitesse, Jack), ecos indietrónicos (Windsor for the Derby), vientos asturianos que susurran en bable (Diariu, Mus) y aromas a country (The Strugglers) o a chanson (Dominique A). En manos de otros artistas, la naturaleza pastoril y apacible de la acuarela (Green Apple Sea) se sustituye por el drama, la grandiosidad y lo sublime (Migala), la épica personal (Lee Ranaldo, Sr. Chinarro), o se aprovecha su rápido secado para captar la fugacidad del instante y confeccionar un collage sonoro con el catálogo de Acuarela(Úrsula).

Tres horas en que la libertad compositiva dada a los participantes en este proyecto ha permitido también el uso de la témpera, más opaca, quizás sin la delicada luminosidad de la auténtica acuarela, pero tanto o más evocadora que esta. De cualquier forma, acuarela o gouache, se recomienda muy pero que mucho la visita a esta nueva sala del museo Acuarela. Treinta y nueve cuadros absolutamente fascinantes.



por : Tiago Cotes

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Nacho Vegas - Aroah | "Seis canciones desde el Norte" | Limbo Star - Acuarela Discos

Vete tú a saber si el frío del norte provoca esta especie de catarsis, si ese entorno de soledad y alienación, crea añoranza por la otra cara del globo dónde idénticos factores transmutan en un clima menos húmedo y más árido, por el que viajan Nacho e Irene, desde las gélidas tierras bascas hasta el corazón de los EEUU.

Al ver la portada, y sin conocer a los compositores del álbum, uno no se imagina encontrarse con un disco como este. Sí, se lo imagina desolador, triste, con grandes dosis de melancolía, pero no imagina (sin referencia de sus autores) que tendrá este regusto a post-rock americano, con ese toque folk que nunca cae en aberraciones y que conserva toda su frescura.

SEIS CANCIONES DESDE EL NORTE , es una tremenda colaboración entre los miembros de AROAH y el inquieto NACHO VEGAS, ambos estrechamente vinculados a uno de los grupos de más culto en nuestro país, MIGALA, que posee (injustamente) más renombre fuera que dentro de éste.

El trabajo cuenta con seis exquisitos temas que toman su punto álgido en Baby Cat Face de toque exótico e inspirada en la novela homónima de Barry Gifford, dónde se trocea a la realidad y se la vuelve amarguísima incluso esperpéntica, como aquellos cómics de los setenta, de trazo grueso, en blanco y negro, que nos narraban historias terribles, a veces de una crudeza atroz. Encontramos también, referencias a la juventud más impúdica, al caos y a la autodeterminación, al sexo y a la religión, al arte y a la vulgaridad, todo ello remezclado bajo un halo de soledad, de añoranza y melancolía que convierte al proyecto en algo grande. En definitiva, un disco para aquellos que deseen sentarse apaciblemente y cerrar los ojos un domingo lluvioso, mientras recuerdan aquellas experiencias vividas hace tiempo, que un día se fueron y que no se repetirán más.



por : samdra

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Damien Jurado | "Holding his breath EP" | Acuarela | 2003

Recuerdo el verano de hace algún tiempo, tiempo que ya son años, en el que un amigo y yo escuchábamos el disco de un tal Damien Jurado sentados en la noche de algún lugar. "Ghost of David" sonaba en el coche y yo estuve unos cuantos minutos tratando de entender en que tiendas compraba Damien Jurado la sensibilidad, porque la verdad, la compraba de esas que no se encuentran.
Por aquel tiempo estuve enganchado a aquella voz que parece torpe, pero que es singular hasta decir basta y a esas canciones que mostraban lo aprendido en las tardes de dormitorio con Dylan y Drake, pero que parecían nuevas... es por eso que se convirtió en la esperanza del nuevo folk y ese tipo de cosas que suelen pasar.
Desde entonces le seguí el rastro, seguí el rastro a ese lirismo un tanto ácido y derrotista con el que muchos solemos sentirnos identificados, sobre todo en las malas épocas, y a ese gusto por la naturalidad en las grabaciones, donde el error las hace humanas e incluso más bellas por ello.

Pasó el tiempo y tras unos escarceos, otros discos y un retorno a la sensibilidad eléctrica llamado "I break chairs", que se paseó sin demasiada repercusión por muchos dormitorios, vuelve a esa guitarra acústica que le vió crecer y a sacar un EP de cinco canciones (Tres son suyas y las dos restantes son prestadas) editado por Acuarela discos.
Ha pasado el tiempo desde la época de "Ghost of David", y los dedos de todos han envejecido, así que la intriga es mayor hasta redescubrir que Damien Jurado sigue siendo tan buen intérprete como siempre y que procura ser dentro del folk, todo lo poco ortodoxo que puede, pero sólo a veces, ya que otras parece que haya pasado un millón de tardes pidiendo monedas en algún banco de central park junto a Bob Dylan y haya aprendido muchos trucos.
Cinco canciones con esa sensibilidad que abruma y una voz que canta frases enormes hechas con pocas palabras.
Una voz de chica a veces, y arreglos austeros como siempre, aunque mucho mejor llevados a cabo que en el "I break chairs".
Damien vuelve a arpegiar y a cantar sobre lo difícil de respirar y lo fácil de suspirar en determinadas ocasiones. Chilla y susurra. Se esconde y aparece.

¿Pero tan sólo cinco canciones? Cinco canciones duran demasiado poco para poder saborear ese tipo de emociones expuestas por un hombre que ve fantasmas, rompe sillas y demuestra que respira a cada canción que se consume.
Pero bueno, más vale eso que nada. Damien vuelve a estar en forma, más vale así que rompiendo sillas.



por : sérgio membrillas

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Julie Doiron/Okkervil River | "Split CD album" | Acuarela | 2003

Al César lo que es del César, y a Jesús Llorente lo suyo también oiga. En este caso hay que agradecerle la edición en formato CD “com-partido” de este doble EP, en el que primero Julie Doiron y después Okkervil River ilustran con nueve canciones qué es eso de la belleza folk, nueve lecciones sobre cómo agarrarse al alma de uno.

Julie Doiron era la parte femenina en Eric’s Trip, banda canadiense que mezclaba actitud indie, raíces folk y psicodelia a partes iguales, y ya entonces empezó a componer canciones que pudiera cantar con su guitarra acústica. Una vez disuelta la banda, Julie Doiron ha ido sacando discos regularmente, unas veces a solas y otras con la colaboración de gentes como Howe Gelb (Giant Sand), Dave Shouse (Grifters) o los Wooden Stars. En este caso le basta con una guitarra de cadencia leve y, sobre todo, con esa voz siempre a punto de romperse, frágil pero imponente a la vez, tan cercana que nos enamora con el primer “you’ve got the sweetest eyes”, que hace que no queramos levantarnos nunca de una cama, la suya, desde donde vemos como cae la nieve fuera y que nos convierte en confidentes de sus secretos y nostalgias. En cinco canciones, grabadas en la intimidad de su estudio casero, esta canadiense es capaz de provocar emociones con una sencillez y ternura pasmosas, y es que Julie Doiron juega en otra liga, la de esos suaves aceleradores del corazón que son Will Ohldham, Bill Callaghan, Lucinda Williams, Chan Marshall, Jason Molina o Cat Power, y eso es decir mucho.

Difícil la papeleta que le queda a Okkervil River, pero no parece que Will Robinson Sheff, el peculiar líder del grupo, sea un tipo que se achante fácilmente, es uno de esos geniecillos incomprendidos que se encargan de cultivar un aura de perdedor. Así, ofrece para la ocasión cuatro historias absolutamente brillantes, poesía narrada en estado puro, desde el comienzo de “He Passes Number Thirty-Three” a los descarnados últimos gritos de “Blackest Coat”, pasando por baladas folk de hermosura incontestable como “Omie Wise” y “A Leaf”. Melodías en que un piano, un banjo o un acordeón miman la cálida voz de un Sheff que recita unos textos llenos de imágenes y sugerencias que conmueven y nos convierten en testigos de tragedias de muerte y degeneración, pero también en cómplices de pequeñas cotidianidades. Salvando las distancias y por hacer una comparación gratuita, Okkervil River hacen pensar en todo un Bob Dylan capitaneando a Tindersticks.

Un secreto: de regalo y como delicioso broche, podrán escuchar a Julie Doiron cantando en casa con sus niños “The Sweetest Eyes (When You Laugh)”. Para comérselos.



por : Tiago Cotes

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Thalia Zedek | "You're a Big Girl Now" | Kimchee Records | Acuarela | 2002

Thalia Zedek, ex Come, pertenece a esa extirpe de personas que lo han vivido todo en este mundo y que tienen la voz rota e inquietante – una voz al estilo Marianne Faithfull- y que la utilizan para contar sus propias y dolorosas vivencias, heridas abiertas en el corazón y cicatrizadas a base de alcohol y tabaco.
Esta voz impregna cada uno de los seis temas de este mini-cd, cuatro temas propios “Everything Unkind”, “No substitutions”, “JJ85” y “No Fire” que se mueven entre el rock y el folk y dos versiones “Candy Says”, de The Velvet Undergraund en una versión que hace palidecer a cualquiera que podáis haber escuchado hasta este momento y “You’re a Big Girl Now” de Bob Dylan y que da titulo al disco.
A la espera de un nuevo disco completo no se me ocurre un mejor aperitivo.



por : manel

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Jacques | "Roses For Ashes EP" | Acuarela | 2003

Anthony Reynolds ha hecho de su música un estilo de vida. Es imposible disociar su personaje de sus canciones. Clasicismo pop, música atemporal y una imagen de crooner decadente y elegante.
El líder de Jack nos presenta aquí un EP de cinco canciones “Roses for Ashes” con su alter ego Jacques, que parece haber enterrado definitivamente su primer grupo.

En este nuevo trabajo, después de varios EP’s y un álbum como “To Stars”, Anthony pasa del soul bajo tamiz blanco de “Tuesday’s Child” original de Leonard D’onofrio, al Blues acústico y pantanoso de “Silverblues”. En “Butterbaby” y “Banished By The Underground, Hunted By The Overground” casi abraza el tecno-pop sin dejar nunca esa pose de crooner atormentado. La canción que da titulo al disco “Roses For Ashes” es una minúscula y extraña pieza cantada en japonés por Midori.

Si algo se le puede reprochar a este disco y a Anthony es la dispersión estilística en sus canciones que pueden descolocar totalmente al oyente.



por : manel

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Flow | "Artes Marcianas EP" | Acuarela | 2002

Flow han disfrazado a su nuevo lanzamiento, el EP Artes Marcianas, de un artwork hip-hopero que se parece como un huevo a una castaña a lo que vamos a encontramos en su interior. Nada que objetar: Beck ya nos la dio con queso encabezando su obra magna con la foto de un perro lanoso saltando una cerca, ¿no? Lamentablemente, los cuatro temas que encierra este entremés de lo que Flow van a ofrecernos en su próximo larga duración difieren mucho en concepto y en sustancia de lo que el señor Hansen nos sirvió en su celebrado Odelay, y el EP que nos ocupa no merece, por ello, más que un aprobado raspado.

El responsable, en gran medida, de que mi valoración caiga del lado bueno del cinco es el tema que abre este Artes Marcianas, Tenemos la fiesta, que invoca a los Primal Scream de principios de los noventa para tejer un mantra sonoro que orbita alrededor de un mensaje tan simple como hedonista (esto es: tenemos la fiesta) y que, siete minutos y doce segundos más tarde, no llega a ninguna parte pero deja un agradable sabor a misión medio cumplida. La fiesta brilla por su ausencia, ¿pero y lo bien que nos lo hemos pasado llegado hasta ella? Pues eso. La tripleta restante de canciones siguen un patrón más homogeneo y convencional, el de la canción pop agridulce travestida por aquí y por allá por apuntes electrónicos. El verano abstracto nos retrotrae al Mentalismo de Astrud pero con una melodía de piano algo más memorable y una letra algo más inteligible, en Esperanza uno no puede despegarse la sensación de estar escuchando un proyecto de canción a medio realizar y, por último, el tema titular arranca con una simpática filigrana indietech pero adolece de la misma indefinición de su antecesor. Quien tenga a Flow en cierta estima, que cruce los dedos de cara a su segundo largo y pase de puntillas por este EP.



por : ivan

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Greg Weeks | "Slightly West" | Acuarela | 2002

El EP “Slightly West” (Acuarela, 2002) es la primera entrega discográfica del delgado pero grande (en el sentido musical de la expresión) Greg Weeks desde que el magnífico “Awake Like Sleep” (Ba Da Bing!/Alice In Wonder, 2001) llevara su folk-pop como salido de otros tiempos y/u otros mundos a la casi-fama. Tiene todos los ingredientes para no defraudar a ningún fan y conquistar con la suavidad de un suspiro a los más remolones: grabado en el estudio Dub Narcotic con material (léase teclados y teclados) de época, son cinco temas que van del muy serio “One Summer Night” al muy espacial “Settle Down” pasando por la suntuosa belleza de “Slightly West”, melodía que comparte brillantemente con Victoria Croog. Se podría criticar la excesiva timidez de la voz de Weeks en “Devils”, canción de la que en directo y con tan sólo su guitarra acústica sabe hacer algo aún más desgarrador, sino fuera porque así, en este tono pastel, se integra mejor en el etéreo conjunto del EP. Cabe señalar, eso sí, que a Weeks no le ha convencido la reproducción de la ilustración de Tracy Nakayama que aparece dentro del digi-pack que alberga el disco (por su insuficiente resolución) y que reclama que Acuarela corrija el fallo en ediciones futuras, por lo que mejor no esperar y hacerse con este precioso objeto imperfecto lo antes posible.



por : gloria

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Retsin | "Moon Money Moon" | Acuarela Discos| 2001

Delicioso EP que llega desde las profundidades de Estados Unidos. Tara Jane O'Neil y Cynthia Nelson, nos ofrecen cinco canciones para momentos de recogimiento, grabadas en la inhospita Louisville y cargadas de delicada ternura country. Si hace unos años, September 67 nos sorprendian como teloneras de Eels, me atreveria a decir que Retsin serian la perfecta support band para grupos como Cat Power, o incluso Sebadoh y Sparklehorse. Eso si, Retsin sobrepasan de sobra el status de banda telonera con un amplio historial dentro de grupos como Sonora Pine (banda paralela de O'Neil) y colaboraciones con Sebadoh y Come. Siempre cercanas al lo-fi, en esta grabacion han contado con la ayuda de Paul Oldham.



por : iker

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Spokane | "Close Quarters" | Acuarela Discos | 2001

Como la trayectoria de una lágrima, cae en nuestras manos la inspiración de esta formación de Virginia que viene respaldada por violín y cello. Música dulce y melodías suaves componen el repertorio de este maxi que cuenta con cinco temas que te van envolviendo en un clima de ensoñación y tristeza no conseguido a propósito.

Algunas de sus melodías nos recuerdan a los momentos más melancólicos de Smashing Pumpkins, aunque la voz de Rick Alverson, que viene acompañado a los coros por Courtney Bowles, contiene un espesor de mayor talante que el del excéntrico Corgan.

"Close Quarters" es una delicada mezcla de pop y post-rock que crea un clima de distensión y aislamiento que te inmerge en tus pensamientos y te aisla, aunque sólo sea por unos instantes, de todas tus diarias preocupaciones. Quizás sea por ello que hayan escogido un tema de un álbum de Navidad para Radio 5, porque el espíritu de sosiego nunca les abandona.

Guitarras distorsionadas, voces susurrantes y gemidos de cello crean este sonido característico en algunas de las nuevas formaciones de compositores norteamericanos que con gran belleza nos introducen en su mundo de claroscuros en el que se deja paso a esta especie de nostalgia que nos remite a tiempos mejores, "Behind The School", o que nos augura de buenos, "Good Fortune". En definitiva, preciosismo y sutileza en envoltorio pequeño.



por : sandra

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