The New Raemon – Libre asociación

Hay discos que abruman de tan sinceros como son. Libre asociación, el nuevo álbum de The New Raemon, es un trabajo de esos que sonroja a quien lo escucha por la exposición de intimidad que ofrece su autor. Tras A propósito de Garfunkel y La dimensión desconocida este es el álbum más introspectivo, tanto lírica como musicalmente, de The New Raemon. Un gesto del cantautor a tener en cuenta, un regalo muy personal para sus seguidores.

Y es que en Libre Asociación las palabras salen de dentro hacia fuera, sin vuelta atrás y sin pudores, para captar la atención del oyente que, seducido por tanto misterio -esa portada es un previo aviso- querrá descifrar lo que se le va a contar. Encontrará un ejercicio de regurgitación algo pesimista y flagelante, que en temas como “Kill Raemon”, “Verdugo” o “Consciente Hiperconsciente” parece tratarse de un ajuste de cuentas con el epicentro de la obra: ese otro Ramón que, convertido en canción, busca vencer sus miedos e inseguridades.

Musicalmente, quienes habían encontrado en sus dos anteriores propuestas un refugio de animado pop, original y adictivo, se encontraran ahora con un nuevo matiz sonoro. Más eléctrico, acompañado de arreglos excelentes y menos inmediato: estos temas no seducen al instante, pero se alojan en la memoria para regresar antes de lo que uno espera. El resultado produce una sensación curiosa: es éste el disco de The New Raemon más cercano al sonido de Madee, precisamente cuando la banda de Cabrils -en la que Rodríguez cosechó desde 2002 grandes éxitos como vocalista y guitarra- acaba de separarse. Quizás por eso uno piensa que algo de la melancolía musical de este disco viene influida por el final de una etapa difícil de abandonar.

Libre asociación es un cambio, una especie de evolución hacía un sonido que nos suena de algo pero que se ofrece diferente y que nos deja un buen puñado de grandes canciones: “Lo bello y lo bestia”, “Llenos de gracia”, “Verdugo” o “Algunas personas del valle”. Uno cree que hoy luce menos su voz que con sus anteriores discos o con Madee. Pero se queda con el buen sabor de boca de cada nueva escucha, pues le acerca más al valor real de este álbum.

Redacción: S. Hernández (www.pandemicayceleste.es)